El Papa Francisco recordó que los medios de comunicación tenían virtudes, pero también pecados. “Los más grandes son los que van por el camino de la mentira y de la falsedad, y son tres: la desinformación, la calumnia y la difamación». Esto lo ha dicho durante el encuentro que sostuvo este lunes con los miembros de la Asociación “Corallo”, un network de emisoras locales de inspiración católica presente en todas las regiones italianas. 

“Vuestro trabajo -dijo- debe desarrollarse en estas tres vías: la vía de la verdad, la vía de la bondad y la vía de la belleza. Pero esa verdad, esa bondad y esa belleza que son consistentes, que vienen de dentro, que son humanas. Y, en el camino de la verdad, en las tres vías podemos encontrar fallos y también trampas. “Pero, yo pienso, busco la verdad…”: Pero está atento ¿eh? No te conviertas en un intelectual sin inteligencia. “Pero, yo busco la bondad…”:ten cuidado y no te conviertas en un defensor a ultranza de la ética sin bondad. “ A mí me gusta la belleza”: si pero no la maquilles para construir una belleza artificial que no existe”.

A continuación el Papa se refirió a la unidad armónica del trabajo de las emisoras, recordando que si había medios grandes y medios pequeños “en la Iglesia no hay ni grande ni pequeño: cada uno tiene su función, su ayuda al otro. La mano no puede existir sin la cabeza… Todos somos miembros, y también vuestros medios, grandes o pequeños, son miembros y están armonizados por la vocación del servicio en la Iglesia. Ninguno debe sentirse… muy pequeño respecto a otro demasiado grande. La importancia de cada uno estriba en esta armonía, porque la Iglesia es la armonía de la diversidad… Es importante: Buscar la unidad, y no seguir la lógica de que el pez grande se come al chico”.

Después, Francisco habló del clericalismo, que es “uno de los males de la Iglesia. Pero es un mal cómplice, porque a los sacerdotes les gusta la tentación de clericalizar a los laicos. Pero, tantos laicos, de rodillas, piden ser clericalizados, porque es más cómodo.. Y este es un pecado a dos manos. Tenemos que vencer esta tentación. El laico tiene que ser laico, bautizado; posee la fuerza que viene de su bautismo. Servidor, pero con su vocación laica, y eso no se vende, no se negocia, no se es cómplice con el otro porque…está en juego la identidad…¿Es más importante el diácono, el cura, del laico? ¡No! La función del laico no puede ejercerla el sacerdote y el Espíritu Santo es libre: algunas veces inspira al cura … otras inspira al laico. Se habla en el Consejo pastoral que es tan importante. Una parroquia que carezca de Consejo pastoral y de Consejo de los asuntos económicos no es una buena parroquia: le falta vida”.

Por último el Santo Padre recordó que los medios de comunicación tenían virtudes, pero también pecados. “Los más grandes -recalcó- son los que van por el camino de la mentira y de la falsedad, y son tres: la desinformación, la calumnia y la difamación. Estas dos últimas son graves, pero no tan peligrosas como la primera.. La calumnia es pecado mortal, pero se puede aclarar y llegar a conocer que es una calumnia. La difamación es pecado mortal, pero se puede acabar diciendo: “Es una injusticia porque esta persona hizo algo hace tiempo pero después se arrepintió y cambió de vida”. Pero la desinformación es decir la mitad de las cosas, las que más me convienen y no decir la otra mitad. Y de esa forma los que ven la televisión o escuchan la radio no pueden formarse un juicio perfecto, porque les faltan los elementos y no se los dan. Por favor huid de estos tres pecados”.

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