El Papa Francisco ha recordado esta mañana la importante tarea de José y María, que se preocuparon de que a Jesús no le faltara lo necesario para un sano desarrollo físico y psicológico, enseñándole también un trabajo. El Santo Padre centró su catequesis de este miércoles de Audiencia General en san José como educador de Jesús.
El Papa habló del santo patrono de la Iglesia siguiendo tres dimensiones del crecimiento de Jesús: «en sabiduría, estatura y gracia». «En primer lugar, José y María se preocupan de que a Jesús no le falte lo necesario para un sano desarrollo físico y psicológico. Lo defienden en los duros días de la huida a Egipto, amenazados por Herodes. Le enseñan también un trabajo, siendo después conocido como el hijo del carpintero».
«En segundo lugar, José y María se preocupan de su crecimiento en sabiduría, el santo temor de Dios, enseñándole a escuchar las Sagradas Escrituras, llevándolo a la Sinagoga los sábados. Así, a los 12 años, lo encontramos en el templo discutiendo con los doctores».
«Finalmente, el crecimiento en gracia, que siendo obra de Dios, tiene en José y María unos grandes colaboradores, pues ellos fueron para Jesús ejemplo de docilidad a su voluntad, a la acción del Espíritu Santo y de una vida de oración y unión con Dios».
Francisco invitó a los miles de fieles y peregrinos que abarrotaron la Plaza de San Pedro «a pedir al Señor, por intercesión de san José, por los padres, los educadores y los sacerdotes, para que, a ejemplo del Santo Patriarca, puedan acompañar el crecimiento de sus hijos y discípulos en sabiduría, estatura y gracia».