Hoy celebramos la memoria del fraile dominico Francisco de Vitoria, considerado como pionero del Derecho Internacional Público, y quien coloca el precedente de los derechos humanos.

Francisco de Vitoria perteneció a la Orden de Predicadores o dominicos, quienes sostuvieron con firmeza en el Siglo XVI la dignidad humana de los indígenas, la legitimidad de sus culturas y autoridades, su organización social y que no era lícito y sí contrario al Derecho Natural, desposeer a los indios.

Nació en la ciudad española de Burgos en el año de 1483. Descendía de una familia judía conversa que lo envío a estudiar al Convento de San Pablo en Burgos, y de allí continúo su formación académica en el Estudio dominicano de Santiago en París, Francia, donde permaneció entre 16 o 17 años. Posteriormente enseñó teología en el Colegio de San Gregorio en Valladolid y en 1526 fue nombrado profesor de Prima Teología en la Universidad de Salamanca, donde impartió sus enseñanzas hasta su muerte, el año de 1546.

El punto de partida del trabajo de Vitoria es la teología “pero sus estudios son temas ético-jurídicos, como pone de manifiesto en muchas de sus obras.” Vitoria representa un puente entre la sociedad Medieval y el humanismo renacentista, pues se interesa por los problemas de los hombres y de la sociedad en la tierra, pero desde una óptica filosófica y cristiana.

A decir de Modesto Seara, reconocido académico de relaciones internacionales, Francisco de Vitoria fue un “hombre de gran rectitud, Vitoria unió a su excelencia académica un gran valor personal, y siendo fraile y español no dudo en oponerse al Papa y al Emperador, cuando su conciencia se lo dictó; por ejemplo, al examinar los títulos de la conquista en América por los españoles rechazó un buen número de ellos, incluyendo el de la atribución papal. Una de sus reelecciones “De potestate Papae et Concilii” fue puesta en el índice de libros prohibidos, por el Papa Sixto V, a cuya muerte, sin embargo, y dado que el índice no había sido impreso, se le retiró la prohibición.”

En reconocimiento a su labor en el plano del derecho, la Cátedra de Derecho Internacional de la UNAM llevó por muchos años el título de Fray Francisco de Vitoria. Uno de los recintos de la sede de la ONU en Ginebra Suiza, lleva su nombre y se puede encontrar su busto en los jardines de su sede en Nueva York. En la Ciudad de México, el Centro de Derechos Humanos de los frailes dominicos lleva su nombre.

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