Por Jorge Ortega, SIGNIS México |

Cuando EU en 2003 intervino en Irak para derrocar a Sadam Husein, había un millón y medio de cristianos, ahora quedan menos de 450 mil.

Hace un mes, en julio, los yihadistas del Estado Islámico de Mosul al norte de  Irak, pintaron en rojo el equivalente de la «n» en árabe, primera letra de la palabra «nasarah» (nazareno), en las fachadas de las casas de los cristianos. Les ofrecieron la posibilidad de convertirse al islam para evitar el despojo de sus bienes y la expulsión de lo consideran el Estado Islámico. Sus casas e iglesias fueron incautadas, los símbolos destruidos, los manuscritos quemados, los sacerdotes asesinados. En unos pocos días, comenzó la expulsión y eliminación de cristianos, asentados desde hace 20 siglos, que recibieron predicaciones de Santo Tomás y San Judas Tadeo.

Se estima que las víctimas son cien mil cristianos. Hay evidencia de hombres cristianos crucificados, niños decapitados, mujeres vendidas en el mercado y convertidas en esclavas para uso sexual de los nuevos dueños de la ciudad de Mosul. El califa Al Bagdadi es el líder de las milicias del Estado Islámico, que han cometido todo tipo de atrocidades, en la frontera entre Irak y Siria.

Las milicias del Estado Islámico se formaron como una rama de Al Qaeda. Han sumido a Irak en una nueva guerra, que puede extenderse a toda la región. Se compone de 10 mil combatientes y tiene un enorme financiamiento, que le permite enfrentar exitosamente al Ejército iraquí e intentar controlar una franja que va desde la ciudad de Alepo en Siria, hasta Faluya, Mosul y Tal Afar en Irak.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informa, que los ocho hombres crucificados estarán expuestos al público durante tres días en la plaza del pueblo en Deir Hafer, cerca de Alepo, Siria. No está claro si murieron antes o durante la crucifixión. Un noveno cristiano fue crucificado con vida durante ocho horas por dar “falso testimonio”.

El Papa Francisco durante la misa celebrada en Casa Santa Marta manifestó que se conmocionó cuando vio en los medios las atrocidades de los extremistas musulmanes. «Yo lloré cuando vi en los medios de comunicación la noticia de cristianos crucificados en cierto país no cristiano». El Sumo Pontífice, haciendo referencia al Evangelio y a la persecución de los primeros cristianos, agregó que «también hoy hay gente así, que en nombre de Dios mata y persigue».  Sobre la persecución de los cristianos en tantas partes del mundo, el Papa Francisco aseguró que hay muchos perseguidos y recordó: «Existen países en los que, sólo por llevar el Evangelio, vas a la cárcel».

 

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