Animadas y animados por el Espíritu Santo, 170 cristianos de México, Centroamérica y España, pertenecientes a 26 Cáritas diocesanas, reiniciaron su proceso evangélico de conversión en “una sola familia humana”, para ser efectivamente una ayuda y apoyo para los que menos tienen.
El encuentro de formación e intercambio de experiencias, denominado Escuela de la Caridad, y que por segundo año consecutivo se realiza, arrancó el pasado 13 de octubre en Casa Lago, Cuautitlán Izcalli, Estado de México.
El invitado de honor es la Cáritas Española, con un equipo de Cáritas diocesanas y Servicios Generales, encabezado por el delegado episcopal, Pbro. Vicente Altaba Gargallo, quienes ofrecieron herramientas de apoyo para el trabajo caritativo y de pastoral social a nuestras instituciones caritativas de México y Centroamérica.
El padre Altaba dio algunas directrices derivadas de la exhortación apostólica del Papa Francisco, Evangelii Gaudium, sobre la dimensión caritativa y social de la evangelización, que resultan una guía adecuada a la realidad social para realizar esta pastoral.
Recordó que los pobres fueron los primeros destinatarios del Evangelio pregonado por Jesucristo, por lo tanto la acción social de la Iglesia debe estar al servicio de su liberación y promoción. Para emprender acciones con ellos hay que escucharlos primero.
Dar ayuda al que menos tiene es un compromiso profundo de buscar las causas estructurales que empujan a esas personas a esa deplorable condición y de impulsar su solución, pero al mismo tiempo impele a tener los gestos cotidianos de solidaridad con el pobre más próximo y promover su promoción integral.
Se trata de devolverle lo que le ha sido quitado, su dignidad de hombre, devolverle su capacidad de darse sustento por sí mismo, tomar decisiones en plena libertad, consciente.
Altaba destacó que la ayuda que se le puede dar al más desprotegido no es considerarlo un sujeto con necesidades que hay que resolvérselas, sino mirarlo como alguien que tiene posibilidades y capacidades, e impulsarlo a ponerlas en juego para que él mismo resuelva sus problemas: “eso es lo que llamamos acompañamiento, nos ayudamos mutuamente”, aclaró.
Fidel García, coordinador del equipo de Acción y Desarrollo Comunitario de Cáritas Española, explicó algunas vertientes para leer adecuadamente la realidad que nos rodea y poder discernir sobre los problemas y soluciones.
“El lugar donde podemos comprender a Dios es el lugar del pobre. Hacer una lectura creyente de la realidad será desde los pobres”, destacó.
El Pbro. Patricio Sarlat Flores, Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social (CEPS-Cáritas Mexicana), institución anfitriona del encuentro, llamó a los presentes a no perder de vista que la labor de estas organizaciones es contribuir a la construcción del Reino de Dios.
Esta esperanza es la actitud que deben guardar los agentes de esta pastoral caritativa en su trabajo, pues mantiene en constante tensión por alcanzar la promesa. Sin embargo, hemos de propiciar la creatividad y la astucia evangélica así como la fortaleza, entre otras virtudes, para anunciar el Reino y denunciar las injusticias, dijo.
Participantes de Centroamérica y México compartieron sus experiencias sobre problemáticas comunes en la región: migración, violencia, impactos mineros, salud, cambio climático y los efectos del huracán Odil, entre otros.
Los trabajo que concluyen hoy 16 de octubre, incluyeron ponencias temáticas y talleres simultáneos donde se intercambiaron experiencias e ideas para buscar la mejor forma de promover sujetos sociales y eclesiales, una de las misiones de nuestras Cáritas.
Es decir, nos estamos formando, y lo hacemos desde el corazón.