Por Francisco Xavier Sánchez |

Hace pocas semanas ha aparecido un artículo mío en el libro publicado por Rogelio del Prado Flores (Coordinador),Ética y redes sociales, Ed. Tirant Humanidades-Anáhuac, México, 2014. Mi articulo tiene como título: “Redes sociales y compromiso social”.

 Aristóteles en el siglo IV a de C definía al ser humano como un animal político, es decir como un animal social (zoon politikon), y también como un animal de razón (zoon logón éjon). Los seres humanos hemos nacido para estar en relación con los demás y esto de manera racional. Los medios de comunicación que se han ido desarrollando a lo largo de la historia han tenido como finalidad ayudarnos en nuestro “proceso de humanización”. Ayudarnos a ser mejores personas.

Si tal vez la primera forma de comunicación entre los seres humanos fue por medio de signos; después con la aparición de la pintura y posteriormente de la escritura, los hombres fueron buscando maneras cada vez más rápidas y eficaces que les permitieran comunicarse y vivir de la mejor manera posible. Es decir socializar con sus semejantes para buscar intercambios afectivos, económicos, culturales, políticos, religiosos, etc. Con la aparición de la imprenta en el siglo XV se produce una aceleración muy importante en lo referente a la comunicación1. A partir de ese momento el mundo ya no sería el mismo. Otro momento importante se da a principios del siglo XIX con la invención del telégrafo eléctrico, que está considerada como la primera gran aplicación de la electricidad en el campo de las telecomunicaciones. La electricidad tendrá enseguida varios empleos para facilitar la comunicación entre los seres humanos con la aparición del teléfono, la radio, la televisión, las computadoras, y finalmente de las así llamadas “redes sociales”.

La novedad de este nuevo sistema de comunicación es el papel “activo” que juegan las personas que entran en red. Ya no se trata del consumidor pasivo que se encuentra frente a una estación de radio o un aparato de TV, para escuchar y ver lo que los otros dicen; o de aquel que limita su conversación con la sola persona que se encuentra del otro lado del teléfono; sino que ahora se trata de un agente de comunicación activo, que participa en el momento mismo de los hechos mediante el envío y recepción: de textos, imágenes, fotos o videos, ya sea a una o a varias personas que se pueden encontrar del otro lado del mundo pero que interactúan con él en esos momentos. Al aspecto técnico de este nuevo sistema de comunicaciones se añade la dimensión social que esta nueva forma de comunicación implica.

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