Por Francisco Xavier SÁNCHEZ |
La semana pasada acaba de salir la Encíclica del Papa Francisco Laudato Si (Alabado seas) sobre el cuidado de la creación. El Papa quiso empezar su texto con las primeras palabras del Cántico de las Creaturas de San Francisco de Asís: “Laudato si, mi Signore” (Alabado seas mi Señor). Comparto mis primeras impresiones.
La Encíclica está compuesta por 245 parágrafos divididos en seis grandes capítulos: I. Lo que está pasando a nuestra casa; II. El evangelio de la creación; III. Raíz humana de la crisis ecológica; IV. Una ecología integral; V. Algunas líneas de orientación y acción, y; VI. Educación y espiritualidad ecológica.
El Papa inicia la Encíclica recordando que “El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar.” (N. 13).
En el capitulo I el Papa hace analiza lo que está pasando en nuestra casa, para señalarnos la urgencia de hacer algo de inmediato antes de que sea demasiado tarde: Temas como la escases de agua potable y el deterioro de la biodiversidad, implican un perjuicio para el ser humano. Ante tal panorama tan negativo y de muerte, el Papa nos propone en el Capitulo II luces de cambio a partir de la fe. En el III Capítulo el Papa analiza las raíces humanas del deterioro ambiental: el incremento de una tecnología irrespetuosa y salvaje, la globalización y el consumismo que buscan producir y poseer sin tomar en cuenta el desequilibrio ecológico. Ante tal panorama es necesario buscar una “ecología integral” (Cap. IV). Ecología que se nutra de culturas ancestrales y llenas de sabiduría y amor por la ecología. Finalmente en los últimos dos capítulos de la Encíclica el Papa propone líneas concretas de acción: 1. Buscar un dialogo internacional entre dirigentes políticos. 2. Realizar acciones a nivel nacional y local. 3. Un elemento central de la Encíclica es la crítica que el Papa hace a la política y economía que por intereses privados destruyen el medio ambiente. “Para que surjan nuevos modelos de progreso, necesitamos «cambiar el modelo de desarrollo global»,136 lo cual implica reflexionar responsablemente « sobre el sentido de la economía y su finalidad, para corregir sus disfunciones y distorsiones». (N. 194).
Me parece que un elemento muy importante de la Encíclica radica en el doble compromiso señalado por el Papa para el cuidado del medio ambiente: individual y políticamente. Es la dimensión política la que más se señala en el texto. Una Encíclica que será sin duda el texto de referencia en la XXI Conferencia Internacional sobre el cambio climático que se celebrará en Paris, a fines del 2015.