Ante el recorte del gasto público, el colectivo «Acción Ciudadana Frente a la Pobreza» considera una gran oportunidad replantearse la forma en que el Gobierno genera su ingreso y, particularmente, cómo se gastan esos recursos públicos.
El organismo de la sociedad civil propuso este lunes 14 de septiembre, mediante un pronunciamiento suscrito por la Comisión Episcopal para la Pastoral Social-Cáritas Mexicana, junto con muchos otros organismos e intelectuales, que el eje de los cambios sea la búsqueda de fórmulas que ayuden a reducir la desigualdad y eviten que la pobreza se perpetúe.
Este enfoque permitiría enfrentar la actual crisis financiera e impulsar un mejor crecimiento para el país, expone el documento.
Las políticas que propone este grupo de organismos y pensadores tienen como objetivo garantizar los derechos sociales de los mexicanos, mejorar sus salarios, ingresos y productividad.
Los que suscriben enumeran 4 medidas básicas para alcanzar este fin.
Eliminar los programa redundantes, regresivos o que no muestran resultados, como podrían ser algunos subsidios agrícolas o la condonación de impuestos a grandes empresas.
Reducir los gastos onerosos del sector público o que persiguen fines políticos, entre los que mencionan al Ramo 23, los bonos a servidores, propaganda de gobiernos o del poder legislativo, entre otros.
Fortalecer las inversiones en salud, educación e infraestructura productiva, para lograr una cobertura universal del sistema de salud.
Crear mecanismos de rendición de cuentas y vigilancia ciudadana eficientes, como, por ejemplo, un padrón único de beneficiarios de subsidios.
Durante la presentación, el coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobeza, Rogelio Gómez Hermosillo, anunció que con este pronunciamiento el grupo inicia una discusión y campaña para tratar de influir en la formulación de Presupuesto de Egresos de la Federación del próximo año para hacerlo más acorde con la lucha contra la pobreza, por lo que invitó a todos los interesados a participar.
Recordó que los legisladores tienen la obligación de analizar y corregir la propuesta de gasto de 2016 en todo aquello que se pueda mejorar.
Sin embargo, aclaró que este movimiento no tiene como meta cortoplacista únicamente para influir en el programa de gasto, sino que la meta última es reducir efectivamente la desigualdad que priva en México.
El directo general de Fundemex –organismo del Consejo Coordinador Empresarial–, Francisco Landeros, mencionó que es urgente que el Gobierno actúe de otra manera para solucionar la pobreza, pues en los últimos 25 años se han invertido más recursos para este fin, pero el problema sigue aumentando.
Al ritmo que se está reduciendo la pobreza, al 0.8 por ciento, según cifras del Coneval, el país tardaría por lo menos 100 años en lograr la meta.
“Si este país no se crece al 5 por ciento anual, no hay programa social que vaya a beneficiar”, dijo.
Mayté Azuela, directora de DHP (Dejemos de Hacernos Pendejos), advirtió al participar en la presentación, que si bien pueden obtener pocos recursos al ir recortando el gasto ostentoso de los funcionarios públicos o de viajes no justificados, al sumar todo el recorte se podría tener una cantidad atractiva para invertirse en las necesidades prioritarias del país.
