EL OBSERVADOR |
Los obispos de México están reunidos en su semana de formación permanente, del 7 al 11 de septiembre, en Monterrey, N. L., y en esta ocasión han tenido la oportunidad de vivir la experiencia de las Escuelas de Perdón y Reconciliación (ESPERE), bajo la dirección del sacerdote Leonel Narváez, misionero de la Consolata y fundador de esta herramienta.
Resignificar los episodios de violencia
Las ESPERE tienen la finalidad de ayudar a las víctimas de agresiones y violencias a través de una metodología novedosa y redes de apoyo que resignifican lo sucedido y reconstruyen su proyecto de vida, su sociabilidad y su seguridad a nivel cognitivo, comportamental, emocional y espiritual.
El pare Narváez comentó que «con este encuentro se espera generar conciencia frente a la resolución de la violencia desde el Perdón, un tema social, económico, de formación humana y crecimiento interior. La iglesia puede dar un aporte muy significativo para la paz en México y en el mundo, desde la perspectiva del Perdón”

«No basta con resolver militar o negociadamente los conflictos, incluso con las más efectivas acciones policiales o con los mejores acuerdos oficiales, la paz es frágil y quebradiza. Es mucho más que el silencio de los fusiles y más que una negociación de intereses. La paz pretende sanar el corazón de las personas y de los pueblos», aseguró el padre Leonel.

También expresó que con los talleres ESPERE «se trata de lograr que las víctimas y los victimarios perdonen y se reconcilien de tal modo que ambos avancen en la construcción de proyectos de vidas dignos, al tiempo que recobran tres pilares fundamentales de la existencia: el significado de la vida, la seguridad en sí mismos y la socialización».

Sobre esta formación que han tenido los obispos, Nárvaez aseveró que «este encuentro fortalece la presencia internacional de la Fundación para la Reconciliación y se teje como escenario de encuentro y promoción del Perdón y la Reconciliación».

Perdonar es una decisión 
Las ESPERE son espacios comunitarios de encuentro renovador donde los participantes, bajo la guía del animador, aprenden a transformar constructivamente sus odios, rabias, rencores y deseos de venganza.
Estos talleres se imparten bajo los principios de que “perdonar no es olvidar, es recordar con nuevos ojos”.“Hacer justicia no es castigar, es recuperar a quien nos ha ofendido”. “La verdad sobre la ofensa no es solo la versión que yo tengo. La verdad la construimos entre todos”. “Re-parar es lograr que los enemigos se vuelvan a encontrar para pactar formas cada vez más elevadas de convivencia”.
El poder transformador del perdón y de la reconciliación que es el corazón del Evangelio de Jesús y la fuerza que su Espíritu nos ha dado, es el aporte significativo que la Iglesia puede ofrecer para la paz en Mexico y en el mundo. Las charlas y dinámicas que comprenden el taller ESPERE permiten a los participantes vivir una experiencia de perdón y reconciliación, para dar mejores respuestas a la situación de violencia que se vive en nuestro país.
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