Sobre la cuestión de los divorciados vueltos a casar “se evalúa la solución caso por caso y el camino penitencial pero que debe ser verdadero”. Lo afirmó, en el cotidiano briefing sobre los trabajos del Sínodo sobre la familia el Cardenal Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, que subrayó como “la última palabra será la del Papa: nosotros expresamos nuestras preocupaciones pero las conclusiones las sacará él”.
En el curso del briefing fue también referido que, sobre el mismo tema, algunos padres sinodales propusieron la creación de una comisión mixta de expertos que estudie a fondo la cuestión. La comisión, que podría constituirse después del Sínodo, justamente para “estudiar a fondo” el problema.
El Cardenal Robles ortega luego definió “de respeto y plena libertad” el clima del Sínodo, “como ha querido el Papa”. Por lo que se refiere a la cogida de los homosexuales, agregó, “se subrayó que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, reafirmando la indisolubilidad y no puede ser absolutamente equiparado a ninguna forma de unión”. “Sobre los gay se dijo que son una realidad, es necesario acompañarlos”.
Sobre el clima del Sínodo habló también el p. Lombardi, director de la Sala de Prensa vaticana, contó que de algunos padres sinodales surgió una referencia al episodio de S. Pedro con el centurión Cornelio en el cual Pedro dice” “Estoy entendiendo que el Espíritu Santo nos conduce a tomar líneas que hasta ahora no había comprendido”.
En el encuentro de hoy estaba presente también Stephanos, primado de la Iglesia ortodoxa de Estonia, en representación del Patriarcado ecuménico. De hecho hoy fue el día de las intervenciones de 12 delegados fraternos. “Parece que hoy- dijo Stephanos- en matrimonio y el tener hijos haya cambiado de sentido. En numerosos países, el legislador pone poco a poco nuevas normas sobre la materia. Estos cambios de la familia nos interrogan directamente y crean justamente inquietud frente a tales cambios familiares, hechas en nombre de la igualdad y del rechazo de discriminaciones”. Se puede responder que la ley confirma una nueva realidad social, pero para la Iglesia el sacramento del matrimonio no viene de ella como una simple institución, sino que ante todo viene como misterio de la vida”.
El metropolita de la Iglesia copta ortodoxa egipcia de Damietta, Bishoy, en cambio tocó el tema de la homosexualidad, sosteniendo que “la primera misión de la Iglesia en relación con las personas con tendencias homosexuales es la de explicar en modo tolerante y convencedor que la homosexualidad es un gran pecado prohibido por Dios según las Sagradas Escrituras. Como consecuencia, la primera misión pastoral de la Iglesia es la de alentar a estas personas a arrepentirse y guiarlos a conducir una vida sin pecado”.
De parte del arzobispo siro-ortodoxo libanés, Mar Youstinos Boulos vino la alarma sobre los peligros que corre la familia emigrada, a causa de la guerra en Siria e Irak. “Este hecho ha creado nuevos desafíos para las familias cristianas, que emigraron ya sea a países vecinos como a Europa. El peligro toca la identidad cultural, social y religiosa de la familia emigrada. La emigración interna o hacia países vecinos ha minado la estabilidad económica y social de las familias y las puso frente a la pobreza y a necesidades excesivas. Por esto las iglesias en Líbano y en Asiria e Irak tuvieron que enfrentar tal situación, agravada por el hecho que las Naciones Unidas cancelaron a los cristianos de su programa de ayudas porque no viven bajo las tiendas”.
El anglicano Timothy Thorton, alabó la “Evangelii Gaudium”, la alegría del Evangelio. “Esto- dijo- es lo que todos necesitamos de poner primero a las personas. Lamento decir que el problema más grave que tiene enfrente mi Iglesia y que nosotros, como cristianos, aparecemos irrelevantes para muchas personas. Parecemos aburridos y privados de cualquier sentido de alegría y de esperanza.
Una invitación a mirar en mo0do positivo los matrimonios mixtos vino del estadounidense Robert K. Welsh, presidente del Consejo de la Christian Church (Disciples of Christ). Narrando su propia experiencia personal- tiene esposa, hijos y nietos católicos- dijo que notó como los matrimonios mixtos son examinados sólo bajo el aspecto de los problemas que ellos crean, “por ejemplo, sobre el plan pastoral el don de la unidad en el amor de Cristo y de Dios por todas las personas de Dios, en particular para aquellos matrimonios entre bautizados”.
Tim Macquiban del Consejo metodista mundial, puso en guardia contra el riesgo que la Iglesia haga sentir “excluidos” a los solteros, con o sin hijos o aquellos que viven uniones civiles o convivencias.