Por Francisco Xavier SÁNCHEZ |

El día viernes 8 de Enero fue capturado (ahora por tercera ocasión) el narcotraficante Joaquín A. Guzmán Loera (conocido como el Chapo Guzmán). Unas horas antes (jueves 7 de Enero) moría el Secretario General de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) Joaquín Gamboa Pascoe a los 94 años de edad, por enfermedad. Dos personas que han causado mucho daño al pueblo mexicano. Dos personas que han contado con el respaldo de las autoridades mexicanas para actuar con impunidad. Sólo que el primero perjudicándonos y dañándonos en la clandestinidad y el segundo en la oficialidad.

Noam Chomsky –uno de los grandes críticos a los sistemas actuales de enajenación– nos dice que lo peor que pueda pasar a un pueblo es que viva alienado (atontado) sin siquiera darse cuenta de ello. Recuerdo que cuando yo era chico escuchaba (no de la manera tan clara como se hace ahora a través de las redes sociales) las criticas que se hacían a lideres corruptos de aquellos años: Fidel Velázquez (líder y cacique de la CTM durante muchos años) y al “Negro Durazo”, entre otros. Yo me decía de niño que en algunos años las cosas cambiarían y que México estaría mejor, porque ya éramos muchos los que estábamos estudiando y soñábamos con un país distinto. Los años han pasado y la situación en mi país parece agravarse. ¿Qué ha pasado? Me parece que durante años se ha ido construyendo en México un complejo sistema de alienación (embrutecimiento) mediático que nos ha impedido desarrollarnos como país.

Durante los años de barbarie del imperio romano se construyó el famoso “Coliseo romano”, un distractor social de mucha importancia para mantener enajenada a la gente dándoles pan y circo. En ese lugar de barbarie murieron muchos cristianos que no quisieron hacerse cómplices de ese sistema de muerte y de opresión.

La captura del Chapo Guzmán hace que nuestro presidente surja como héroe nacional cuando nuestro país se está hundiendo (económica, social y políticamente). En estas últimas semanas el dólar ha llegado a alcanzar un precio superior a los $18 pesos por dólar; el precio del petróleo ha bajado en el extranjero mientras la gasolina sube en México; la inseguridad es cada vez mayor; el salario mínimo de los trabajadores (liderados entre otros por la CTM) es indignante e inhumano, en fin.

No tenemos nada que festejarle a nuestro presidente, porque todo ye está orquestado, programado, son jugadas de pizarrón. Es una función de circo en el cual los protagonistas entran en el momento preciso para distraernos, para tratar de calmar nuestro enojo. En estos momentos de crisis se nos seguirá bombardeando con Televisa, TV Azteca, regalando televisiones, etc.

¿Hasta cuando seguiremos siendo un pueblo sumiso y mediocre políticamente? Hasta que tengamos el coraje de vivir nuestro bautismo cristiano como elemento importante para construir el Reino de Dios.

El día de hoy (domingo 10 de Enero) celebramos la fiesta del Bautismo de Nuestro Señor Jesucristo, un día que nos invita a replantearnos (a cada quien en particular) nuestro compromiso de seguir a Cristo. Lo que nos hace cristianos no es el agua sino el fuego del amor divino. Seguir a Cristo implica comprometerse con un mundo más justo, es dejar el egoísmo, el utilitarismo, la corrupción, el engaño, en fin. Es dar la espalda al circo romano y sus seducciones para seguir el camino, muchas veces doloroso, de Jesús de Nazaret.

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