Por Francisco Xavier SÁNCHEZ |

Más de 600 personas fallecieron en Ecuador el pasado 16 de Abril víctimas del terremoto que afectó su país. Por otra parte en México, el 20 de Abril se registró una explosión en la planta de petroquímica en Pajaritos, Veracruz. La lista oficial es de menos de 30 muertos hasta ahora, pero familiares de las víctimas dicen que deben ser más de 100 por la cantidad de trabadores que se encontraban allí, y que el gobierno está tratando de negar.

La diferencia entre las dos desgracias: una natural y otra accidental es la manera cómo se ha comportado el gobierno y la ciudadanía. En Ecuador tanto el gobierno como los ciudadanos se solidarizaron para tratar de rescatar al mayor número de victimas posibles (contando con ayuda internacional), en cambio en México el gobierno ha tratado de esconder e impedir que los familiares encuentren a las víctimas. Por otra parte el inepto gobernador de Veracruz Javier Duarte se “equivoca” al subir en Facebook una foto de la tragedia en su Estado, que en realidad era de la guerra en Libia. Hasta donde llega su ineptitud, ignorancia y la manera como trata a la población.

Vivimos en un país de mentiras y de simulacros. El Secretario de Gobernación ha anunciado que no se prolongará el trabajo de investigación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) porque no se han hecho avances al respecto. Sin embargo el grupo ha anunciado que el Gobierno de México ha obstaculizado sus investigaciones.

Dice el Señor que sólo la Verdad nos hará libres. En México no hay verdad porque no hay libertad. Estamos presos de mecanismos políticos y mediáticos que nos manipulan a su antojo. Considero que parte de la población está despertando, pero aún nos hace falta abrir los ojos a la mayoría. Como sacerdotes, profesores, lideres, etc., tenemos la obligación de ayudar a formar una conciencia crítica a nuestros hermanos. El anuncio de la Palabra de Dios comporta la denuncia crítica de los mecanismo de poder.

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