El Equipo Nacional de Emergencias de Cáritas que coordina la Comisión Episcopal para la Pastoral Social (CEPS) arrancó desde la semana pasada un proceso de fortalecimiento de los protocolos de atención de este tipo de eventos en el que se espera la participación de todas las diócesis de las 18 Provincias Eclesiales del país.

Entre los objetivos se cuenta la elaboración de un manual nacional para atención de las emergencias, establecer un nuevo protocolo, también de alcance nacional, crear equipos de emergencia a nivel parroquia, diócesis, provincia o regiones, según convenga de acuerdo con el mapa de riesgos y a la experiencia de cada comunidad.

El inicio de este plan de trabajo fue expuesto a Monseñor Alfonso Gerardo Miranda Guardiola, Secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y obispo auxiliar de Monterrey, quien expresó su respaldo y gusto por saber del trabajo que se está impulsando desde de CEPS, en particular en la Dimensión Pastoral Social-Cáritas.

A la reunión, realizada el 12 de mayo en la SEGECEM (Secretaría General de la CEM), acudió el Pbro. Patricio Sarlat Flores, Secretario Ejecutivo de CEPS, con personal del equipo nacional de emergencias y la oficina de comunicación social, haciendo equipo y alianza con nuestra Cáritas hermana CRS representada por Cecilia Suárez y Mariano Yarza.

La intención de estos trabajos es ir integrando a la cultura de la prevención y atención de emergencias en primer lugar a las diócesis que son más susceptibles de enfrentar estos eventos, como pueden ser Tabasco, Monterrey o aquellas ubicadas en las costas del Golfo de México y el Pacífico.

Sin embargo, se espera que todas participen por lo cual se les solicita por este medio prepararse para iniciar los procesos de construcción o actualización de los manuales y protocolos de emergencia de cada comunidad para poderlos armonizar a nivel nacional y dar una adecuada respuesta, según el tamaño del evento que se presente.

José Luis López recordó que en muchas ocasiones la Iglesia, como también las autoridades y población en general, suelen reaccionar ante este tipo de desastres ocasionados por la naturaleza, como puede ser un huracán, temblores, inundaciones o pandemias, cuando es más importante prevenir.

Cáritas Mexicana a los largo de su historia, con su participación activa en las actividades de rescate, ayuda o reconstrucción en los terremotos de 1985 o el gran número de inundaciones y huracanes (especialmente en los últimos años, Ingrid, Manuel, Patricia, Odil, y tantos otros incluso más destructivos), ha obtenido una gran experiencia que se quiere compartir con la Iglesia para lograr un resultado más eficiente y solidario para la atención en las emergencias.

“Estamos buscando que las comunidades hagan un reconocimiento de sus capacidades y recursos económicos para prevenir mayores daños ante situaciones de emergencias, y hacer sinergías con las demarcaciones eclesiales e instituciones de pastoral social, como pueden ser las dimensiones de emergencias, salud, penitenciaria, indígena, migración, para actuar coordinadamente en estos casos”, explicó José Luis López.

Aprovechó para recordar que la temporada de huracanes ya inició, por lo que solicitó estar atentos a las alertas tempranas que lanzan las autoridades de protección civil y que retransmitirá Cáritas por los medios conducentes, a fin de evitar mayores desgracias.

“El concepto que tenemos de emergencia, es de esperanza, ver el paso de Dios en medio de su pueblo, en medio de la familia, que ha sido lastimada”, explicó.

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