Denominación dada a Jesús por parte de quien, probablemente, haya pagado el precio más grande de la historia por haberle desconocido como El Cristo y si como el Rey de los Judíos, resulte ser promisoriamente ese mero, el equilibrio imprescindible ante las elecciones del 2018.
Jesús dijo que vendrían quienes se vendería en su nombre, ahí tenemos a un ser que hoy, aquí en nuestra Patria, que con el mayor de los descaros, registro un partido político, ante la ignorancia y apatía de muchos que debieron detenerlo en su momento, con el nombre que con el cual el pueblo de México nos identificamos, la Morena: ¿A quién los mexicanos denominamos así? La respuesta es obvia. ¿Cómo poner en manos de un individuo que se atreve a semejante manipulación, siendo quien es y como católicos quedarnos callados? ¿Será que seamos tan ciegos para votar no por morena sino por La MORENA?
Una de las tendencias del mundo moderno ha sido la mimetización, que consiste en que con causas justificadas personas, organizaciones e instituciones se promueva que hagan lo mismo. Cuando esto se aplica a un producto, resulta ser bueno por una parte, así uno compra cosas de a litro o de a kilo. No resulta tan bueno cuando se aparece un dictador que pretende hacernos a todos iguales y cancelar nuestra libertad, como sucede en Rusia, en China, en Venezuela o en Cuba.
La ÚNICA mimetización, llevada a los extremos, que por excelencia en este mundo de las posguerras y la globalización prevalece y para algunos surge, es la de la MORAL CRISTIANA, esa que Jesús El Cristo nos vino a recordar en parte y a enseñar en otro, nos recordó los 10 mandamientos, pero nos enseño el onceavo, según su discípulo predilecto, Juan, 13:34, que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros. Mas no podemos ignorar a los demonios disfrazados de borregos.
Ante las mimetizaciones y los razonamientos de los políticos, nuestra Patria tiene en sus entrañas la respuesta hacia el futuro, no perdamos lo que realmente nos mimetiza y en la medida que cada quien pueda, cuidarle.
