En la India, “las mujeres tienen el mismo derecho a aprender que lo hombres, y deben valerse de todas las oportunidades para formarse y volverse independientes”. Es lo que afirma S.R Gajre, director de Star Swarojgar Yojna, una ONG de Khandwa, en Madhya Pradesh, India. El 18 de febrero pasado, él participó en un evento organizado por Uday Community Development Programmes (CDP), los proyectos operativos de la Uday [amanecer, ndr] Social Development Society. Se trata de una asociación fundada por las monjas Siervas del Espíritu Santo, que desde hace más de 15 años, sostiene el desarrollo de las mujeres y de las niñas provenientes de las barracas del Estado indio.

El evento se desarrolló en Sirpur, localidad situada a unos 35 km de la ciudad de Khandwa. Participaron cuando menos 100 mujeres, e incluso miembros de los grupos de auto-ayuda (Self Help Groups), adolescentes y líderes femeninas. El programa se propone reafirmar la importancia de motivar a las mujeres para que reciban una formación profesional que pueda brindarles las capacidades necesarias para incorporarse al mercado laboral, ganar dinero y mantener a sus familias.

El presidente de la Star Swarojgar Yojna refirió que al menos 16 jóvenes de los programas de Uday han decidido comenzar cursos de estética, costura e informática, dictados por la asociación. Las clases comenzaron ayer y duran un mínimo de 15 días, prologándose, como máximo, durante un mes, dependiendo de cuál sea la especialización por la que se haya optado.

Según el periodista Sabbir Khan, que estuvo presente en el evento, “necesitamos lograr que los padres entiendan la importancia de la formación de sus niñas y jóvenes, porque la educación es la clave del éxito en la vida”.

La ONG católica Uday Social Development Society se decica a mejorar las condiciones de vida de las trabajadoras domésticas que viven en las barracas o slum de los distritos de Bhopal, Indore,  Khandwa y Jhabua. Desde que abrió sus puertas en el año 2009, el centro ha acogido, cada año,  a 25-30 chicas, fundamentalmente jóvenes que han abandonado la escuela. Con las monjas, ellas aprenden a desarrollar tareas con las cuales puedan hallar un trabajo con cierta facilidad: corte y confección de prendas de vestir, bordado, tejido de punto, cocina y tareas domésticas.

Sor Lizy Thomas, quien se desempeña como directora de la sociedad, explica que el objetivo del proyecto es “hacer que las chicas se vuelvan agentes de transformación social en sus pueblos. Hemos formado a cerca de 200 muchachas que habían abandonado la escuela, y hemos sensibilizado a sus padres, para que no den a sus hijas por esposas antes de que ellas cumplan los 18 años”.

La congregación de las Misioneras Siervas del Espíritu Santo nació en Holanda en 1889 como parte de la obra de Arnold Janssen, un sacerdote de origen alemán. En la India, las monjas se dividen en cuatro provincias: en el sur de la India, las religiosas trabajan en 19 comunidades; en el centro de la India, tienen 17 comunidades; en la India oriental, 12 comunidades; y en el norte de la India, 11. En total, en el país viven casi 300 monjas. La congregación está activa a través de casi 3.000 misioneras en 60 países de todo el mundo

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