Por Luis-Fernando Valdés|
En el ámbito de los comunicadores, es fácil caer en la trampa de contraponerse a todo, por intereses políticos, económico o ideológicos. ¿Qué puede aportar el pensamiento cristiano a los comunicadores que desean mantener una posición ética?
- Un referente ético para la comunicación. Sin duda, los profesionales de las diversas ramas de la comunicación pueden apoyarse en bases filosóficas para desarrollar una postura ética firme.
Pero junto a la racionalidad de la ética filosófica, algunos postulados de la fe religiosa cristiana también son un punto de referencia sólido para el ejercicio ético del periodismo y la comunicación.
- El ideal ético para periodistas. El Papa Francisco explicó el perfil ético de un periodista, en una reciente audiencia que concedió a la delegación del Premio Internacional “Biagio Agnes”, que cumple 10 años, dedicado al periodista y director general de la cadena RAI italiana.
El Pontífice explicó que ser periodista se relaciona “con la formación de las personas, de su visión del mundo y de sus actitudes ante los eventos”. Anadió que se trata de “un trabajo exigente, que en este momento está viviendo una estación marcada, por una parte, por la convergencia digital y, por otra, por la transformación de los mismos medios”.
- Las periferias como clave ética. El Papa reconoció que no existen “recetas” para este oficio, pero hay tres palabras clave que son útiles para desempeñar este trabajo: periferias, verdad y esperanza. Al referirse a las “periferias”, explicó que a menudo los lugares principales de producción de las noticias se encuentran en los grandes centros.
“Pero, añadió, esto no debe hacernos olvidar jamás las historias de las personas que viven distantes en las periferias”, con sus historias “de sufrimiento y degradación” o de “gran solidaridad que pueden ayudar a todos a mirar la realidad de manera renovada”.
- El equilibrio entre libertad y verdad. La segunda palabra clave es “verdad”. Francisco explicó que, por una parte, “todos sabemos que un periodista está llamado a escribir lo que piensa, lo que corresponde con su consciente y responsable comprensión de un evento”.
Pero, por otra, añadió el Pontífice “es necesario ser muy exigentes con sí mismos para no caer en la trampa de las lógicas de contraposición por intereses o por ideologías”, y recordó la necesidad de “callar” antes que herir a una persona o deslegitimar un evento.
- Un espacio para la esperanza. Sobre la tercera palabra, la “esperanza», Francisco explicó que “no se trata de contar un mundo sin problemas: sería una ilusión”. Más bien, se trata de “abrir espacios de esperanzas” mientras se denuncian situaciones de degradación y de desesperación.
Y explicó que un periodista no debería sentirse tranquilo solamente por haber contado, según la propia libre y consciente responsabilidad, un evento, porque “está llamado a tener abierto un espacio de salida, de sentido, de esperanza”.
Epílogo. La ética periodística basada en las convicciones religiosas nunca aleja de la realidad y de la problemática de las duras situaciones sociales, ni pretende presentar paraísos donde no los hay. Pero esta misma ética creyente contiene una gran luz para el periodismo y la comunicación: la convicción por la verdad y la esperanza de encontrar en la fe el sentido del dolor y de las tragedias humanas.
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