Por Sergio Estrada

Ante la realidad que se vive en nuestro país, es necesario crear un ambiente de esperanza poniendo la fuerza de la paz y del amor, destacó monseñor Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia, durante el panel «Aportaciones de la Iglesia para la construcción de la paz», en el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC).

Destacó que la paz social se debe construir desde la exhortación pastoral de los obispos: «Que en Cristo nuestra paz, México tenga vida digna», la cual marca un camino de concientización y respuesta en la evangelización de la construcción de la paz generando proyectos de paz en estados como Guerrero, Oaxaca y Michoacán, entre otros.

«Aunado a lo anterior, también debe haber talleres de ayuda a los afectados en las provincias con laicos. De igual manera, a partir del PGP, se llevó a cabo un plan de evangelización de construcción de la paz atendiendo a los afectados, recibiendo consuelo y esperanza y,  a través de una manera práctica vivir el perdón, ayudados por centros de escucha, jóvenes comprometidos por la paz y programas de atención a afectados, así como la formación de sacerdotes en la construcción de la paz», reconoció monseñor Garfias Merlos.

El arzobispo de Morelia enumeró cinco ejes para la construcción de la paz: oración, Eucaristías, Rosarios, Horas Santas, procesiones por la paz, además de la recuperación de espacios para generar lugares sagrados promoviendo acciones y oraciones por la paz y fomentar ambientes y expresiones por la paz con una nueva metodología que abarque las diferentes dimensiones de la persona: física, psíquica y espiritual.

Entre otros puntos, monseñor Garfias subrayó la necesidad de llevar a cabo jornadas de formación técnicas en respuesta de crisis e impulsar desde la pastoral familiar una educación de paz para las nuevas generaciones, y una formación de paz para los jóvenes desde la pastoral familiar e implementar estas acciones desde los medios de comunicación y las redes sociales.

Añadió que se deben crear plataformas eclesiales y sociales y la participación de la sociedad civil en el proceso y construcción de la paz. De igual manera la sociedad debe asumir su responsabilidad en la creación de espacios de paz conjuntamente con las autoridades, organizaciones, instituciones, Iglesia, universidades y empresarios y la formación permanente del presbiterio para la construcción de la paz con una pastoral en torno a los sufrimientos de la gente.

 

Publicado en la edición impresa de El Observador del 15 de julio de 2018 No.1201

Por favor, síguenos y comparte: