Este documento es realmente breve. En él Bartolomé de las Casas intenta resumir los atropellos cometidos durante la conquista española de gran parte del continente americano.
Como la intención es defender al indígena, más que acusar al conquistador, se abstiene Las Casas de decir los nombres de los españoles que realizaron los actos de crueldad; solamente relata lo que hicieron.
Su relato de lo que pasó en La Española y en Cuba es muy escueto, a pesar de que el padre Las Casas tenía información de primera mano. La conquista de la Nueva España no lleva más de diez páginas. El énfasis está más bien en lo que pasó en Perú y Sudamérica, pero aun entonces todo se describe con brevedad.
Este texto no miente; las cosas que afirma ocurrieron de verdad y no tiene caso intentar negar lo que hicieron personas como Pedro de Alvarado, Nuño de Guzmán o Francisco Pizarro. ¿Entonces qué es lo que vuelve problemático el texto? Primero, que idealiza a los indígenas poniéndolos como seres casi perfectos; segundo, porque una lista de crueldades y atropellos, si no está incluida en un contexto más amplio y general, parece indicar que todo lo que se hizo fue malo, sin excepción.
Por eso resulta tan cómodo para los libelistas protestantes usar la Brevisima relación de la destrucción de las Indias como evidencia incontrovertible de una supuesta maldad inherente al español y al católico.
D. A. G. B.
Tema de la semana: El protector de los naturales podría ser santo
Publicado en la edición impresa de El Observador del 29 de julio de 2018 No. 1203