El tema de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, es decir, del sínodo de octubre de 2018, es «Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional».

El camino sinodal comenzó el 6 de octubre de 2016, cuando Francisco comunicó su intención de que dicho encuentro episcopal tuviera lugar. A continuación se redactó el «Documento preparatorio» (DP), que se publicó el 13 de enero de 2017 junto con una «Carta para los jóvenes», esta última de la autoría del pontífice.

El DP incluyó un «Cuestionario», destinado principalmente a las conferencias episcopales, a los sínodos de las Iglesias orientales católicas y a otros organismos eclesiales. Además se preparó una plataforma on line en varios idiomas, que permitió reunir puntos de vista de más de cien mil jóvenes de entre 16 y 29 años de edad.

Del 19 al 24 de marzo de 2018 se realizó en Roma la Reunión Pre-sinodal, en la que estuvieron presentes unos 300 jóvenes, y en la cual se le entregó a Francisco el «Documento Final» con los resultados de la consulta. En dicha reunión se expresó el deseo de que la Iglesia se pusiera a la escucha de todos los jóvenes, sin excluir a ninguno.

El material recogido de los cuatro textos hasta aquí mencionados se utilizó, junto con algunas «Observaciones» que llegaron directamente a la Secretaría General del Sínodo, para realizar una especie de síntesis que se convirtió en el «Instrumento de trabajo» (Instrumentum laboris).

Haciendo a un lado los encabezados y subtítulos, el «Instrumento de trabajo» presenta en sus capítulos 39 veces la palabra fe (17 sobre la transmisión de ésta). En 14 ocasiones se hace referencia a la vocación (1 vez a la vocación general contemplada a la luz de la doctrina de la Iglesia, 5 veces refiriéndose a la vocación al amor, 5 veces a la vocación a la familia, 2 veces a la vocación al matrimonio, y apenas 1 vez a la vocación a la vida consagrada). En cuanto al discernimiento, esta palabra (o cualquiera que de ella se derive) sólo aparece en 3 ocasiones, pero, curiosamente, ninguna en referencia al discernimiento vocacional (1 sobre la posible nulidad matrimonial, 1 sobre la acogida en la Iglesia de las personas que llevan una vida homosexual, y 1 sobre la elección de catequistas cuya vida no suscite escándalo).

Pero el «Instrumento de trabajo» es sólo el punto de partida para las discusiones de un sínodo. El actual dio inicio el día 3 y se clausura hoy domingo 28 de octubre, y los temas se abordaron en seis grupos lingüísticos (español, inglés, francés, italiano, alemán y portugués). El resultado será un documento sinodal que por primera vez tendrá carácter de «magisterio ordinario».

Información derivada de www.synod2018.va

QUIÉNES FUERON LOS PARTICIPANTES

Hay varones y mujeres, tanto consagrados como seglares, y entre estos últimos también figuran jóvenes.

Algunos de los clérigos que han participado en este sínodo lo hicieron en virtud de su puesto, como el cardenal Lorenzo Baldisseri, porque es el secretario general del Sínodo de los Obispos; el cardenal Rodríguez Maradiaga, porque es uno de los miembros del consejo ordinario del Sínodo de los Obispos; o el cardenal Kevin Farrell, porque es el prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

La gran mayoría de los participantes fueron elegidos a través de las conferencias episcopales, sínodos nacionales y consejos eclesiales; se trata de 151 delegados provenientes de todas las regiones del mundo.

Pero otros fueron directamente invitados por Francisco. Se trata de 39 clérigos entre los que pueden mencionarse: Carlos Aguiar Retes, arzobispo de México, creado cardenal por Francisco; los cardenales estadounidenses Joseph Tobin, de Newark (que no asistió), y Blase Cupich, de Chicago; el cardenal alemán Reinhard Marx, arzobispo de Munich; el arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida; o el sacerdote jesuita Antonio Spadaro, director de la revista «La Civiltà Cattolica».

Hasta aquí se trata de un total de 280 participantes «directos», a los que hay que sumar 6 delegados representando a los cristianos no católicos, 60 empleados (asistentes y miembros de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos), además de 50 auditores u observadores, y 21 colaboradores. Entre estos colaboradores y observadores hay 34 jóvenes elegidos por Francisco, con voz pero sin voto.

TEMA DE LA SEMANA: ¿ECLIPSE O AURORA DE LA FE?

Publicado en la edición impresa de El Observador del 28 de octubre de 2018 No.1216

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