En México se viven tiempos de cambio y se necesitan planteles educativos comprometidos, porque la nación es responsabilidad de todos

Por Sergio Estrada

Bajo la vocación teológica y académica se debe dar la apertura y cercanía de las realidades humanas, con el objetivo de llevar la novedad del Evangelio de Jesucristo para iluminar la historia de nuestro tiempo ante las nuevas realidades que se viven en las universidades pontificias del mundo, así lo señaló el padre Mario Ángel Flores, rector de la UPM en el Día de esta institución educativa.

La Universidad Pontificia de México (UPM) fue fundada en 1553, siendo la más antigua del continente, pero reabierta el 29 de junio de 1982 con la anuencia de San Juan Pablo II, siendo responsabilidad del Episcopado Mexicano.

«Estamos llamados a ser una institución más testimonial a la par de la Iglesia, con menos preocupación de sí misma, y ser más auténtica y comprometida con la sociedad. Vivimos tiempos nuevos en la cultura que van dando pauta en el desarrollo y comportamiento de la sociedad a través de la ‘Globalización’, que nos relaciona con todo el mundo mediante el desarrollo tecnológico y el intercambio de experiencias y acontecimientos», subrayó el padre Flores.

Destacó que somos una misma humanidad, más allá de los formalismos nacionalistas: «Somos hermanos, de acuerdo con el lenguaje del Evangelio». Las naciones tienen nuevas responsabilidades velando por el cumplimiento de los derechos humanos de todos para no ser indiferentes con nadie.

En la apertura del panel Perspectivas para México ante las Nuevas Circunstancias Políticas, el rector de la UPM reconoció que en México se viven tiempos nuevos de cambio manifestado por nuestro pueblo mexicano en las pasadas elecciones: «Son muy altas las aspiraciones que se tienen que superar con una nación de calidad y el trabajo digno para todos. Nuestros desafíos son muchos: pobreza, corrupción, decadencia, moral; ante esto se necesitan ideas claras y estrategias responsables y propuestas que nos lleven a integrar el talento de todos con el respeto de otros».

En el mensaje subrayó que una sociedad dividida y polarizada nunca alcanzará sus metas, y, según el Papa Benedicto XVI, la tarea de un gobierno es procurar la justicia generando confianza y armonía dentro y fuera de la nación.

La función de la Iglesia en la sociedad

La tarea de la Iglesia va más allá hasta llegar a la caridad, siendo los parámetros mínimos para evaluar el cumplimiento de la responsabilidad de distintos actores sociales: «Una nación es responsabilidad de todos». La opacidad de los procesos es un retroceso de nuestra patria, el monólogo anula la riqueza social y la diversidad cultural.

En el análisis propositivo frente a la enorme responsabilidad de las acciones de gobierno, la responsabilidad universitaria-ciudadana debe tener participación para el bien común. «Toda universidad es una institución donde debe brillar un pensamiento crítico y un propósito, y toda universidad pontificia debe ir de la mano justa al análisis de la realidad de testimonio y compromiso constructivo».

ASÍ LO DIJO:

Estamos llamados a ser una institución más testimonial a la par de la Iglesia, con menos preocupación de sí misma, y ser más auténtica y comprometida con la sociedad».

P. Mario Ángel Flores, rector de la UPM

Publicado en la edición impresa de El Observador del 24 de febrero de 2019 No.1233

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