La iglesia está preocupada por la recuperación y conservación del medio ambiente

Por Sergio Estrada

Con una especial atención al cuidado de la ecología, la Conferencia del Episcopado Mexicano creó una nueva dimensión episcopal llamada «El cuidado integral de la creación». Aunque esta labor no es nueva dentro de la Iglesia, con esta iniciativa será más específica la atención en el tema, así lo señaló monseñor Engelberto Polino Sánchez.

«Al ser una nueva dimensión se tienen que hacer nuevas líneas de actividades, ya que el tema estaba insertado en la dimensión de la pastoral del trabajo, pero como el tema de la ecología es transversal se podría dilui»”, afirmó el secretario de la Dimensión del Cuidado Integral de la Creación, David Torres.

El objetivo de esta dimensión ecológica es escuchar a quienes trabajan en el tema, a los que, por encargo o por la alegría de hacer algo con los sacerdotes y laicos trabajen por la ecología. Esta dimensión es subsidiaria a las diócesis sin imponer nada y sin ser dueños de nada; lo que hace es proponer con dialogo abierto y ver lo que falta sobre el concepto de ecología integral.

La Comisión del Cuidado Integral de la Casa Común de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social CEPS de la CEM comparte materiales, reflexiones, eventos para promover el cuidado de la creación, así como las acciones que la Iglesia hace al respecto.

La ecología integral

Toda acción de la Iglesia en favor de un grupo de personas o de causas se llama pastoral. Desde hace pocos años la Iglesia asume este compromiso como una pastoral, como una acción concreta donde decide comprometerse para el cuidado de la casa común.

La integridad de esta pastoral quiere reconocer la polikromia en sus diversos aspectos que integran principios éticos con profundidad espiritual; también es la mirada que descubre el clamor de la tierra con el clamor de los marginados y los discriminados.

Aspectos importantes en estos temas es que el espacio que se nos ha concedido para vivir es para generar normas y principios éticos, para que nuestro pasaje temporal en este hogar sea provechoso para nosotros y para las generaciones futuras. Desde la perspectiva de ecología integral que asume cinco dimensiones: ecología ambiental, económica, social, cultural y la vida cotidiana.

«La ecología integral es una experiencia humana, una vivencia de la misericordia que requiere apertura de categorías que transciendan en el lenguaje de las matemáticas y la biología conectándonos con la esencia del ser humano», afirmó el secretario de la Dimensión del Cuidado de la Ecología.

Quehaceres de la ecología integral

Se busca un consumo responsable, que el consumo sea local y de origen ecológico; es necesaria la conversión ecológica de todos los cristianos para que cuiden de la creación. Procurar regresar a los ecosistemas en su sentido original, conocimientos ancestrales, respetar y fomentar las practicas de los pueblos originarios, fomentar el uso de las tecnologías en el cuidado de la ecología, producir alimentos sin agroquímicos y fomentar las semillas criollas y ecología humana, respetar la vida de todos los seres vivos y sus relaciones.

Dentro de las dimensiones que esta pastoral atenderá serán: ecología ambiental, económica, social, medioambientales y cultura. Asimismo, los temas básicos en que se basará serán: formar equipos de trabajo, cuidado de los ecosistemas, promover escuelas campesinas de ecología, recuperación de espacios públicos, entre otros.

Publicado en la edición impresa de El Observador del 8 de septiembre de 2019 No.1261

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