En el comienzo del #SinodoAmazonico, el Pontífice recordó los incendios que devoraron una parte de la Amazonía en Brasil.

Por Ary Waldir Ramos / Aleteia en El Observador

“El fuego aplicado por los intereses que destruyen, como el que recientemente ha devastado la Amazonía, no es el del Evangelio», dijo el Papa Francisco este domingo 6 de octubre de 2019, desde la Basílica de San Pedro, durante la Santa Misa de apertura del Sínodo de los Obispos para la Amazonía.

El Papa afirmó que «reavivar el don en el fuego del Espíritu es lo contrario a dejar que las cosas sigan su curso sin hacer nada». Lo expresó ante 184 padres sinodales, líderes indígenas y expertos e invitados a la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazonica, que se llevará a cabo en el Vaticano en el Aula Nueva del Sínodo, del 6 al 27 de octubre de 2019.

«Que Él (el fuego del Espíritu Santo), que hace nuevas todas las cosas, nos dé su prudencia audaz, inspire nuestro Sínodo para renovar los caminos de la Iglesia en Amazonia, de modo que no se apague el fuego de la misión».

«El fuego de Dios, como en el episodio de la zarza ardiente, arde pero no se consume (cf. Ex 3,2). Es fuego de amor…Cuando los pueblos y las culturas se devoran sin amor y sin respeto, no es el fuego de Dios, sino del mundo», añadió.

El Papa denunció los daños causados por el fuego en la zona amazónica de Brasil. «El fuego aplicado por los intereses que destruyen, como el que recientemente ha devastado la Amazonia, no es el del Evangelio».

Además, alzó su voz contra las nuevas formas de colonización y violencia contra los pueblos originarios. «Cuántas veces el don de Dios no ha sido ofrecido sino impuesto, cuántas veces ha habido colonización en vez de evangelización. Dios nos guarde de la avidez de los nuevos colonialismos».

Prudencia no es cobardía

«El don que hemos recibido es un fuego, es un amor ardiente a Dios y a los hermanos», sostuvo.

Francisco invitó a los obispos congregados a seguir el Evangelio, siendo prudentes, pero sin tener miedo: «Si todo permanece como está, si nuestros días están marcados por el ‘siempre se ha hecho así’, el don desaparece, sofocado por las cenizas de los temores y por la preocupación de defender el status quo».

Afirmó que «la Iglesia no puede limitarse en modo alguno a una pastoral de ‘mantenimiento’ para los que ya conocen el Evangelio de Cristo». Pues «Jesús no ha venido a traer la brisa de la tarde, sino el fuego sobre la tierra».

«Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y de prudencia» (v. 7). «No es un espíritu cobarde, sino de prudencia».

Y mirando directamente hacia los presentes: «Alguien piensa en que la prudencia es la virtud ‘aduana’ que detiene todo para no cometer errores. No, la prudencia es virtud cristiana, es virtud viva, en realidad, es la actitud de gobierno. Y nos ha dado este espíritu de prudencia».

«La prudencia no es indecisión, no es una actitud defensiva. Es la virtud del pastor, que, para servir con sabiduría, sabe discernir, sensible a la novedad del Espíritu», afirmó.

Francisco celebró la Misa en la Basílica de San Pedro con motivo de la apertura del Tema del Sínodo: «Nuevos caminos para la Iglesia y por una ecología integral».

Mártires en Amazonia

«Muchos hermanos y hermanas en Amazonía llevan cruces pesadas y esperan la consolación liberadora del Evangelio y la caricia de amor de la Iglesia. Muchos hermanos y hermanas en Amazonía sacrificaron su vida», expresó, al mismo tiempo que instó a mirar a Jesús Crucificado. «Desde allí sintámonos llamados, todos y cada uno, a dar la vida».

Rostros pintados de colores, de los representantes de los pueblos originarios, poblaron la solemne ceremonia. Los 13 nuevos cardenales creados por el Papa Francisco también estuvieron presentes.

«Agradezco a Dios porque en el colegio cardenalicio hay algunos hermanos cardenales mártires que probaron en la vida la cruz del martirio», afirmó.

El Papa recordó al cardenal Claudio Hummes, arzobispo emérito de San Paulo, presidente de la Red Eclesial Panamazonica (REPAM), relator general del Sínodo: «Cuando llega a las pequeñas ciudades de la Amazonía va a visitar los cementerios a buscar las tumbas de los misioneros. Un gesto de la Iglesia hacia aquellos que sacrificaron su vida en la Amazonía; luego, con un poco de sagacidad, dice al Papa: ‘¡No se olvide de ellos, merecen ser canonizados!’ Por ellos, que están dando la vida ahora, por los que sacrificaron su vida. Por ellos, con ellos, caminemos juntos».

Después de la proclamación del Evangelio (Lucas 17, 5-10), «Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber», Francisco ha pronunciado la homilía.

Dos años de preparación a través de la Red, REPAM, para iniciar este domingo el Sínodo. Las poblaciones indigenas han participado a más de 22,000 encuentros y ellos han expresado sus inquietudes, esperanzas y necesidades. Todas sus voces se encuentran reunidas, sintetizadas, en el documento de trabajo del Sínodo.

Publicado en la edición impresa de El Observador del 13 de octubre de 2019 No.1266

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