Prueba cada uno para lograr el objetivo
Por Modesto Lule MSP
Dicen que la psicología inversa es una técnica de persuasión. Básicamente consiste en influir para que una persona haga algo sugiriendo lo contrario. Por ejemplo: NO LEAS ESTO. Aunque dicen que esta técnica funciona sobre todo con personas rebeldes y poco dispuestas, pudiera servir en algún modo para los que no somos tan rebeldes. Muy posiblemente a veces mueve la curiosidad y al final se muerde el anzuelo y caemos en lo que se nos dijo que no hiciéramos.
La psicología inversa también es un tipo de provocación que suele utilizarse con fines publicitarios o como táctica de venta. Dicen que no se recomienda como técnica de comunicación ni de negociación. Es interesante estudiar cómo y por qué funciona, incluso para evitar que caigamos nosotros en la trampa. En otros casos puede servir conocer las consecuencias por no hacer lo que tenemos que hacer y así tener una idea de la cruda realidad.
Yo soy misionero desde el año 1998 y he visto cantidad de casos y situaciones que a la larga son lamentables en los grupos de Iglesia y por consiguiente en los individuos que participan de los grupos. Jóvenes que tenían vocación y que por no ser perseverantes no siguieron un llamado, o en otro caso apostolados fructíferos que existían en ciertas parroquias de un momento a otro y de manera fugaz desaparecieron dejando en la zozobra a muchos que se beneficiaban de ellos. En lo particular, la vocación al servicio se debe sembrar y cultivar de manera personal si se quiere florecer en la vida. Pero eso influye también en los grupos parroquiales que al final son compuestos por individuos.
A continuación, usando la técnica de psicología inversa, pretendo dejar ver los resultados de la dejadez y mediocridad si la dejamos crecer en cada uno de los que estamos en grupos eclesiales y también pudiera referirse a cualquier grupo social.
Si quieres acabar con la obra o una institución a la cual perteneces aquí te dejamos estos 10 pasos.
- No vayas a las reuniones.
- Si vas, trata de llegar siempre tarde.
- Si hace mal tiempo busca excusas.
- De cuanto sucede desagradable en el grupo echa la culpa al coordinador o a los dirigentes.
- No aceptes ningún cargo, pero crítica la manera de actuar de los que tienen un cargo dentro del grupo.
- Si perteneces a las directivas no hagas nada, si perteneces no asistas o guarda silencio para decirles que no estás conforme en las reuniones de planeación.
- Cuando te pidan tu opinión diles que no tienes nada que opinar, pero saliendo dile a los demás cómo deberían haberse hecho las cosas.
- No hagas más de lo que sea absolutamente necesario, no te esfuerces ni pongas demasiado empeño.
- Cuando tengas que pagar o dar algo al grupo espera que te lo recuerden dos o tres veces.
- No lleves nuevos miembros. Deja que ese trabajo lo hagan otros; y si llevas, hazlo con gente que no tenga capacidades para que, cuando te vean, siempre seas tú el mejor.
Espero que estos pasos te ayuden a reflexionar.
Hasta la próxima.
Publicado en la edición impresa de El Observador del 3 de noviembre de 2019 No.1269