El pasado 7 de diciembre, en el Seminario Conciliar de Querétaro, ex seminaristas y ex alumnos del padre Antonio Cárdenas le rindieron un merecido homenaje en donde le agradecieron todas y cada una de sus enseñanzas. Felipe Mandujano Juárez, uno de los organizadores, resaltó la importancia de homenajearlo en vida, «pues muchos de nuestros formadores han partido y queremos que en vida se le reconozca su trayectoria como sacerdote, como formador, como maestro, como amigo y también como orientador»

Por Chucho Picón

¿Qué les inculcó como maestro de Filosofía el padre Toño?

▶ La enseñanza. Su sistema metódico para enseñar filosofía. Después de que tuvo su enfermedad, que lo dejo otra vez incapacitado, a la par se encontraba terminando su doctorado y eso nos causó una gran impresión. Su recuperación fue difícil porque fue volver a gatear como niño, a hablar y sobre todo superar todas las adversidades. Él quería seguir dedicándose al estudio profundo, como la dedicación que ponía a sus homilías; incluso, se le ha publicado un libro de las homilías de los últimos tres años.

¿Cómo era el padre Antonio Cárdenas en el aula de clases?

▶ Lo impresionante de él es que todo lo sabía de memoria, a pesar de que llevaba su libretita vieja. Lo que nos enseñaba en la normal era Lógica, Filosofía Antigua y todo eso lo sabía perfectamente. No necesitaba los libros; más bien, él era un libro andando, al igual que su habitación: era una biblioteca. Era, y sigue siendo, un hombre muy culto y muy preparado.

¿Cómo era en el trato humano con ustedes?

▶ El padre Toño acostumbraba correr todos los días. Tenía detalles con nosotros al prestarnos su coche cuando lo ocupábamos para trasladarnos a algún lado, y ese es un detalle que no hace cualquier sacerdote, pues no te suelta fácilmente las llaves de su coche. También nos inculcaba que, por las mañanas, hiciéramos deporte.

¿A ustedes, como grupo, se les ocurrió hacer este evento para el padre?

▶ A veces visitamos el seminario y en una ocasión en el comedor llego a desayunar y vimos que ya traía enfermera y medicamentos que casi nunca usó, por lo que nos preocupó que, siendo una gran persona, no se le hiciera un homenaje a su trayectoria, y mejor en vida, porque muchos ya se nos fueron.

Al ser un reconocimiento a su trayectoria, a su esfuerzo, a su testimonio y esas grandes enseñanzas y también cuando estaba enfermo y se sobrepuso, ¿cuál fue su problema de salud?

▶ Le quiso dar una parálisis cerebral y fue empezar de nuevo. Algunos lo cuidamos en el seminario y al vivir esa situación tan cercana a él nos dimos cuenta que no es fácil recuperarse de una embolia cerebral y posteriormente al recuperarse, quiere de nuevo la vida y seguir con su doctorado.

¿Qué consideras que fue la clave de esa motivación para sobreponerse a la embolia y terminar su doctorado?

▶ Es uno de los padres que tiene un gran espíritu de lucha y, sobre todo, para seguir aprendiendo la filosofía y el querer seguir dando clases. Como persona es muy valioso.

¿Quiénes fueron invitados y quiénes forman parte de este momento tan especial para el padre?

▶ Algunos ex seminaristas, ex sacerdotes, amigos cercanos de él y algunos familiares.

¿Qué es lo que se le entrega al padre como reconocimiento?

▶ En ese momento no le vamos a entregar algo tangible, pero sí de presencia. Posteriormente se le entregará una placa, pero queremos hacerle presente que sigue estando con nosotros como maestro y como ejemplo.

¿Tienes algunas palabras para el padre Toñito?

▶ Le doy gracias a Dios de presentarnos la oportunidad de tener maestros así y a él le queremos conmemorar y agradecer que impulsó a muchos a tener ese amor por la filosofía y que, como amigo y confesor espiritual, estuvo presente. Y uno valora todo lo que hizo.

QUIÉN ES EL PADRE ANTONIO

» El padre Antonio Cárdenas Salinas es sacerdote diocesano. Nació el 13 de septiembre de 1939 en una comunidad al noreste de Guanajuato de nombre Charcas, que actualmente se denomina Doctor Mora.

» Ingresó al Seminario Conciliar de Nuestra Señora de Guadalupe en la diócesis de Querétaro, invitado por el padre Alfonso Lira Nieto, a la edad de 12 años.

» A los 19 años viajó a Roma, donde estudió 7 años en la Universidad Gregoriana. En los primeros tres años obtuvo la licenciatura en Filosofía y en los siguientes cuatro años la licenciatura en Teología.

» Al regreso es ordenado sacerdote en el tempo de Teresitas de la ciudad de Querétaro, el 17 de diciembre de 1965.

» Inmeditatamente se dedica a dar clases, siendo catedrático en el Seminario Conciliar de Nuestra Señora de Guadalupe en la diócesis de Querétaro, de 1965 a 2018. También fue catedrático en la Universidad Autónoma de Querétaro de 1967 a 1989 y en la Universidad Pontificia de México, desde 1984 a 1992.

» Son innumerables los seminaristas que fueron sus alumnos y que atestiguaron su rectitud y sencillez de vida.

» En el 2001 obtiene el grado de doctor en filosofía, con la tesis doctoral «Jacques Maritain».

EL DATO

» El homenaje fue organizado por un grupo de ex seminaristas. Este grupo nace ante la necesidad de ver que hay ex sacerdotes y ex seminaristas a quienes quizás les falten espacios para externar lo que sienten, lo que viven. El grupo lleva por nombre Moriah, que significa Dios provee, recordando a Abraham que daba lo mejor.

Publicado en la edición impresa de El Observador del 5 de enero de 2020 No.1278

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