- La exhortación apostólica «Querida Amazonia» es un himno a la belleza para preservar al mismo tiempo las personas y la creación.
- No cambia el celibato sacerdotal, ni existe alguna apertura a la ordenación sacerdotal de diáconos, hombres casados.
Por Ary Waldir Ramos Díaz / Aleteia en El Observador
En la exhortación apostólica «Querida Amazonia» publicada este 12 de febrero de 2020, el Papa Francisco exhorta a que las mujeres tengan más espacio en la Iglesia de la región, sin caer en el ‘funcionalismo’; asimismo, no menciona la posibilidad de diaconisas, así como tampoco hay algún cambio respecto al celibato, ni se abre a la posibilidad de la ordenación sacerdotal de diáconos, hombres casados.
En este documento dividido en 111 puntos, de 52 páginas, el Papa compartió «cuatro grandes sueños», con una dimensión social, cultural, ecológica y pastoral para la Amazonia, reflexión producto de la experiencia eclesial vivida durante la Asamblea especial del Sínodo de los Obispos sobre la Región Panamazónica: «Amazonia: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral» (6-27 de octubre 2019).
Mujeres valientes
En su documento invitó a dar mayor espacio a la fuerza y al don de las mujeres (99-103). Reconoció que en la Amazonia algunas comunidades se han mantenido solo «gracias a la presencia de mujeres fuertes y generosas», sin «que algún sacerdote pasara por allí». Ellas han enseñado el catecismo, enseñado a rezar. Pero sin alguna apertura, por ahora, a la creación de diaconisas.
Sin embargo, advirtió que el genio femenino no debe quedarse reducido en la Iglesia a «estructuras funcionales». Si este fuera el caso, de hecho, solo se les daría un papel si tuvieran acceso al Orden Sagrado.
El Pontífice insta a evitar la clericalización de la mujer, acto que debe ser rechazado, aceptando, en cambio, que ella prolonga «la fuerza y la ternura de María» en la Iglesia. De hecho, el Papa dedicó una oración especial a la Madre de la Amazonia.
Por eso, desea el surgimiento de nuevos servicios femeninos, que – con el reconocimiento público de los obispos– incidan en las decisiones de las comunidades (QA 103).
En declaraciones a los medios vaticanos, el cardenal Michael Czerny, S.I., secretario especial del Sínodo amazonico, aclaró que no se trata de dar a las mujeres «acceso a un ministerio para que tengan voz y voto, sino de separar el poder del ministerio. Por otra parte, debemos sentirnos inspirados por su ejemplo que nos recuerda que el poder en la Iglesia es servicio, es generosidad, es libertad».
Nuevos servicios laicales
En el documento se subrayó la necesidad de laicos protagonistas en las «comunidades repletas de vida»(91-98) y que deben asumir «responsabilidades importantes».
De hecho, indicó, no se trata «solo de facilitar una mayor presencia de ministros ordenados», un objetivo «limitado» si no se suscita «nueva vida en las comunidades». Por lo tanto, se necesitan nuevos «servicios laicales».
Solo a través de un «contundente protagonismo de los laicos», reiteró, la Iglesia podrá responder a los «desafíos de la Amazonia».
Entretanto, recordó la importancia de las personas consagradas en Amazonia y en la misión, al tiempo que rememoró el papel de las comunidades de base que han defendido los derechos sociales y alentó a los «equipos misioneros itinerantes».
¿Qué hacer con la escasez de sacerdotes?
El Papa es consciente de la alarma lanzada por el Sínodo sobre la falta de sacerdotes en zonas remotas en la Amazonia y donde existen comunidades que no pueden celebrar la Eucaristía. Y de la petición de los obispos de las regiones amazónicas de ordenar sacerdotes a hombres casados, diáconos.
Entonces, Francisco, sin abrir a esta solicitud, solicitó a los obispos latinoamericanos que envíen misioneros a la Amazonia, respondiendo al llamado de «la inculturación de la ministerialidad» (85-90) a la que la Iglesia debe dar una respuesta «valiente». Igualmente, insistió en la necesidad de «una mayor frecuencia de la celebración de la Eucaristía».
A este respecto, reiteró, es importante «determinar qué es lo más específico del sacerdote», el único habilitado para presidir la Eucaristía.
Francisco instó a todos los obispos «a ser más generosos», orientando a aquellos que «muestran vocación misionera» a elegir la Amazonia y los invita a revisar la formación de los sacerdotes capaces de dialogar con las culturas autóctonas. Esto incluye también la formación de «diáconos permanentes».
Respetar el símbolo indígena
Por otro lado, el Pontífice destacó que defender la cultura y tradiciones de los indigenas no equivale a aplaudir un indigenismo cerrado, sino a un encuentro intercultural (36-38).
Para el Papa no basta con llevar un «mensaje social». Estos pueblos tienen «derecho al anuncio del Evangelio».
Por ello, motivó a sacramentos accesibles a todos, especialmente a los pobres; insta a respetar el símbolo indígena «sin calificarlo necesariamente de idolatría».
Publicado en la edición impresa de El Observador del 23 de febrero de 2020 No.1284