Padres y esposos virginales
MARÍA había consagrado su virginidad a Dios (cfr. Lucas 1, 34) y, sin dejar de ser virgen (cfr. Isaías 7, 14 y Mateo 1, 23), se convirtió en Madre de Dios. Mantuvo su virginidad toda la vida.
JOSÉ «permaneció virgen, porque no está escrito que haya tenido otra mujer, y la infidelidad no la podemos atribuir a tan santo personaje» (Santo Tomás de Aquino). «Es de fe de la Iglesia que también aquel que hizo las veces de padre ha sido virgen» (San Pedro Damián). «En aquel matrimonio se ha conservado la virginidad» (San Juan Pablo II). La Iglesia califica a san José no sólo como casto sino como «castísimo esposo de María».
Redención anticipada, por los méritos de Cristo
MARÍA, por una anticipación de los méritos de Cristo, fue concebida sin pecado (cfr. Gn 3, 15), y, culminada su vida terrenal, fue llevada al Cielo en cuerpo y alma (cfr. Ap 12, 1).
JOSÉ , han dicho san Alfonso María de Ligorio, la sierva de Dios madre María Cecilia Baij y otros místicos, fue concebido con pecado original pero, igual que el profeta Jeremías o san Juan Bautista, fue purificado en el seno de su madre. San Pedro Damián, san Bernardino de Siena, san Francisco de Sales y otros santos, afirman que san José fue llevado al Cielo en cuerpo y alma. Sor María de Jesús de Ágreda dice que esta asunción ocurrió el día de la Resurrección de Jesucristo.
Dignos de veneración especial
MARÍA no es adorada ya que ella no es Dios. Pero por ser santísima se le da una veneración especial llamada HIPERDULÍA
JOSÉ, por ser la criatura más santa después de la Virgen María, y por ser nada menos que el Santo Patrono de la Iglesia de Jesucristo (incluso tiene dos fiestas en el calendario litúrgico: 19 de marzo y 1 de mayo), no recibe la veneración que los otros santos, llamada DULÍA, sino que se le da el primer lugar o veneración de PROTODULÍA.
TEMA DE LA SEMANA: Todos los santos reunidos en él
Publicado en la edición impresa de El Observador del 15 de marzo de 2020 No.1286