Por Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas

“Como profetizó la Biblia, las epidemias son una característica de los últimos días”. Este es el mensaje que se puede leer estos días en la web oficial de los testigos de Jehová. Sus fieles (unos 110.000 en España) y cualquiera que busque respuestas en su página de las redes sociales encontrarán una lista con “las señales de los tiempos finales”. Uno de esos signos, según anuncian, es que habrá “pestes, epidemias o enfermedades terribles”. Es solo uno de los cientos de proclamas de corte apocalíptico que muchos movimientos religiosos, gurús y sectas están publicando en internet desde que empezó la crisis del coronavirus, según denuncian los expertos. Así entran en las casas de todos los confinados que buscan respuesta en tiempos de miedo por la pandemia. Lo cuentan Vanesa Lozano y Luis Rendueles en El Periódico.

En España hay unas 350 sectas conocidas y unas 400.000 personas adheridas a este tipo de grupos. Sin datos oficiales, estas son las cifras que ha podido recabar Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) que lleva más de veinte años investigando e impartiendo cursos de formación sobre esta materia a los cuerpos policiales y el profesorado. “El miedo es el arma más poderosa para los grupos que llevan años pronosticando el fin del mundo. Ahora aprovechan esta pandemia para reforzar sus argumentos. Emplean la manipulación para atraer a personas que pasan por un momento de vulnerabilidad, pero es que ahora, con lo que estamos viviendo, ¿quién no es vulnerable?”. Este experto lo tiene claro: “Ante la incertidumbre, estos grupos se presentan como el arca de Noé, sólo dentro de ellos estás salvado. Te dicen: o con nosotros o con la muerte”, explica Santamaría.

“La redención está cerca”

La Iglesia Adventista del Séptimo Día, un movimiento religioso nacido en Estados Unidos en el siglo XIX defiende la inminencia de la “segunda venida de Cristo”. Estos días también hace un llamamiento a sus fieles en varios artículos publicados en su web sobre el Covid-19, una pandemia que interpretan como “un anticipo de lo que vendrá”: “Gracias a la experiencia del coronavirus, estamos viendo que los últimos acontecimientos pueden ser rápidos. Que aquello que parecía una utopía, puede darse de forma rápida y que realmente nuestra redención está cerca. Que todo esto nos haga buscar a Dios intensamente”.

Este movimiento, que aglutina a unos 16.000 fieles en nuestro país y, según las investigaciones de Santamaría, posee una importante red de asociaciones y organismos en el ámbito de la salud y la educación, interpreta así la crisis del coronavirus y el estado de alarma decretado por el Gobierno: “Las amenazas biológicas, sociales, políticas, financieras, ecológicas y naturales están creando una conciencia social psicótica que necesita de orden en medios del caos. La angustia y la desazón está ganando los corazones y están dejando abierta la puerta para el autoritarismo extremo donde las libertades individuales serán coartadas en nombre del orden general”.

El Periódico se ha puesto en contacto con la Iglesia Adventista para recabar su versión. Su presidente en España, Óscar López, reconoce que “dentro de la iglesia hay ciertos sectores que tienden al sensacionalismo. La segunda venida de Jesús forma parte del ADN adventista. Si crees que Cristo va a venir y deseas que venga porque entiendes que con su venida, la muerte, la enfermedad… pasarán, cuando llega una crisis de este tipo y afecta a tu familia de alguna forma te aferras más a la promesa y esperas que sea la última crisis que tengas que vivir antes de que él venga”.

No obstante, López asegura que la postura vertida en algunos de los artículos de opinión publicados en su web “no es la mayoritaria ni la oficial de la iglesia” y que están intentando que “esas interpretaciones conspiracionistas no afecten a nuestra gente más sensible, como nuestros jóvenes y la gente mayor. La crisis pasara y hasta que pase no queremos formar parte del problema, sino de la solución”. Y añade: “Controlar las opiniones dentro de nuestra confesión equivaldría justamente lo que dicen que somos, una secta. En nuestra iglesia uno entra y sale cuando quiere e interpreta como quiere”.

Por su parte, el portavoz de los testigos de Jehová en Madrid, Aníbal Matos, se desmarca de los expertos que “aprovechan el momento para señalar a nuestra confesión” y “nos acusan de estar frotándonos las manos ante una situación tan lamentable pensando que esto es el fin, es un insulto a la inteligencia y a la moral cristiana”. Añade que “el artículo de nuestra web tiene que ver con las señales del fin del sistema, no del planeta. Y no hemos inventado nada, está en la Biblia. El artículo de nuestra web tiene que ver con el capítulo 24 del evangelio según San Mateo sobre las señales del fin de las que habló Jesús. Una de ellas son las epidemias en general, pero ni Jesús ni nosotros hablamos del coronavirus”.

Los ex adeptos, más vulnerables

El psicólogo José Miguel Cuevas fue el precursor del primer servicio público de terapia para víctimas de sectas en España, en colaboración con el Ayuntamiento de Marbella (Málaga, España). Allí lleva diecisiete años atendiendo a pacientes que escapan de esta problemática y a familias que tienen a algún miembro dentro de un grupo.

Cuevas alerta de que crisis como la del coronavirus sirven a muchos líderes de la “persuasión coercitiva” para captar nuevos adeptos, pero también para retener a personas que ya están dentro o incluso para recuperar a los que consiguieron abandonar el grupo: “He tenido pacientes que llevaban tiempo fuera del grupo, pero ante catástrofes o crisis similares a esta, han vuelto a dudar: ¿y si lo que decían era verdad?”.

“El abuso psicológico que emplean los líderes sectarios es muy invasivo”, avisa el doctor. Además de los ex adeptos, personas con patologías previas que pueden tener especial miedo a contraer el Covid-19 o gente que tiene algún familiar infectado forman parte del grupo “más vulnerable” a los mensajes que estos días se están haciendo virales en internet.

Cuevas recuerda cómo tras los atentados del 11-S en Estados Unidos y los del 11-M en España muchos ex adeptos de sectas volvieron a ellas en busca de un “lugar seguro” donde afrontar el miedo. También, cómo algunos de sus pacientes vieron agravados sus problemas en 2012, cuando se extendió la supuesta profecía maya de que en diciembre de ese año el mundo llegaría a su fin: “Supuestamente iba a producirse una glaciación. Recuerdo a uno de esos adeptos, un estudiante que salió a comprar ropa de abrigo en pleno agosto, otros salían a hacer acopio de baterías solares y cosas de ese tipo para suministrar electricidad en el nuevo mundo”.

Sectas 2.0

Los expertos llevan años advirtiendo de que ya no hace falta “estar en comuna” para “cazar o controlar adeptos”, porque las sectas 2.0 se cuelan en casa a través del ordenador, del móvil o de la tablet. Lo sabe bien Noelia Bru. Su prima, Patricia Aguilar, fue captada por internet desde los 16 años y convencida por su gurú, Félix Steven Manrique, ahora condenado a 20 años de prisión, para que abandonara a su familia en Elche (Alicante) y viajara con él a Perú. Fue rescatada de la selva un año y medio después. Con ella estaba el bebé que había tenido con el líder de la secta.

“Esta gente está en todas partes y este es el momento perfecto para pescar, porque estamos todos confinados en casa y conectados a internet en busca de respuestas permanentemente. Y sí, hay que quedarse en casa, pero cuidado con quién dejas entrar en tu ordenador. Nosotros sabemos que esta crisis va a acabar y ellos también, por mucho que vendan el fin del mundo, pero por el camino reclutan a gente desconcertada”, avisa Bru.

El grupo ‘Pronósticos de sismos y tsunamis nivel mundial’, con 554.923 seguidores en Facebook, ha colgado estos días varios vídeos donde supuestamente se observa a ciudadanos chinos chillando desde los balcones de sus casas con el siguiente mensaje: “Apocalipsis en Wuhan. Por la noche se escuchan gritos de personas al no poder salir de sus hogares por causa del coronavirus. Lo mismo puede pasar en sus países”.

Ayahuasca y kambó frente al virus

También algunas empresas de venta de ayahuasca, una sustancia alucinógena y de cuyo peligro para la salud han advertido numerosos expertos, difunden mensajes a propósito del coronavirus: “¡Coronavirus, te acepto. Sí, gracias, bienvenido!”. Este es uno de los títulos que pueden leerse en el blog de Alberto Varela, alojado en la web de Inner Mastery, un grupo que “funciona internamente como una secta, según cuentan sus ex adeptos”, explica Luis Santamaría. El blog recomienda tomar ayahuasca y otros remedios naturales para “protegernos físicamente y aumentar nuestra inmunidad” contra el coronavirus e incluso asegura que el kambó (veneno de sapo), “apoya la recuperación, proveyendo al cuerpo de mejor munición frente a los efectos y síntomas del virus en sí”.

Noelia, la prima de Patricia Aguilar, ayuda desde la asociación Redune a personas que, como su prima, han conseguido escapar de una secta y también a sus familias, a quienes ofrece un consejo: “No se confíen pensando que como la persona ya ha salido del grupo, todo está superado. Estos días, es recomendable estar muy pendientes de ellos y promover conversaciones y charlas que fomenten su pensamiento crítico y racional”. Y concluye: “Nadie está libre de caer en redes sectarias. Si media España ha pasado días pensando que los infectados de coronavirus pueden empeorar si toman ibuprofeno… todos podemos acabar creyendo en cualquier cosa».

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