San José Moscati, ejemplo para los médicos de hoy.
Por Hno. José Ernesto Hernández Rodríguez MSP
“¿Qué es la santidad? La santidad es la unión del hombre con Dios en el poder del misterio pascual de Cristo. En el poder del Espíritu de verdad y amor, (…) el amor tiene la fuerza de unir al hombre con Dios. Y este amor definitivo madura a través de las muchas obras de caridad que el hombre hace durante su vida”. Estas palabras fueron pronunciadas en la homilía dada por san Juan Pablo II el 25 de octubre de 1987 con motivo de la canonización de un santo médico: san José Moscati, el médico de los pobres, como
fue conocido.
Este médico italiano, científico y profesor universitario, tenía 47 años de edad cuando murió. La vivencia de la fe de modo heroico, así como su testimonio de servicio y entrega por los demás, lo llevaron a los altares. Fue beatificado por San Pablo VI en 1975. Su fiesta litúrgica es el 12 de abril.
La enseñanza de los santos siempre es actual. José Moscati enseña que desde cualquier vocación se puede ser santo. La vocación de médico –como muchas otras– es imprescindible para la humanidad: todos, sin excepción, necesitamos de ellos a lo largo de la vida. El médico está con el ser humano en el momento en el que éste nace, en todas las vicisitudes de su vida y en ocasiones afortunadas también en el momento de su muerte.
Con motivo de una audiencia, el Papa Francisco se dirigió a la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos con las siguientes palabras: “Vuestra misión es al mismo tiempo un testimonio de humanidad, una forma privilegiada de hacer ver, de hacer sentir que Dios, nuestro Padre, cuida de cada persona, sin distinción. Por esta razón Él también quiere usar nuestro conocimiento, nuestras manos y nuestro corazón para sanar y sanar a cada ser humano, porque quiere dar vida y amor a cada uno de nosotros” (22 de junio de 2019. Cd. del Vaticano). El Papa invita con este mensaje a todos los médicos a darse cuenta de que su vocación es mucho más grande que sólo dar recetas a los pacientes.
Frente al ejemplo de santidad de san José Moscati, a la propuesta del Papa Francisco y la propuesta evangélica, conviene preguntarse: ¿Con qué tipo de profesionistas cuenta hoy la humanidad? Definitivamente existen profesionales de la salud que merecen el respeto y la admiración de la humanidad, que han estado el frente de la batalla siempre. Sin embargo, no todo es así.
Muchos médicos se han dejado llevar por la avaricia; algunos otros se sienten “dioses”, vulnerando la vida humana en los laboratorios e incluso provocando enfermedades para el género humano; hay quienes empatizan con ideologías de muerte y se prestan a practicar el aborto 0 son partidarios de la eutanasia; existen quienes se dedican a la docencia y son los responsables de que sus alumnos pierdan el tesoro de la fe, la nobleza y dignidad con que se debe de ver a cada persona. Sepan que la humanidad no necesita este tipo de médicos, a los que, sin duda, les hace falta la experiencia con el amor de Dios, con su Palabra.
Un consejo que daba san José Moscati a sus alumnos era: “Ama la verdad; muéstrate cual eres, sin fingimientos, sin miedos, sin miramientos. Y si la verdad te cuesta persecución, acéptala; y si tormento, sopórtalo. Y si por la verdad tuvieras que sacrificarte a ti mismo y a tu vida, sé fuerte en el sacrificio”. Conviene tenerlo presente.
Publicado en la edición semanal digital de El Observador del 31 de mayo de 2020. No. 1299