Debido a la pandemia, este año se quedaron sin trabajo millones de personas en México y en el mundo, y otra cantidad mucho mayor vio disminuir sus ingresos, incluso a la mitad.
Además, muchas familias lloran la pérdida de uno o más seres queridos, ya sea por causa del covid o por alguna otra enfermedad que, por las circunstancias, no fue atendida por los servicios médicos.
En semejantes condiciones; ¿se puede pensar siquiera en celebrar la Navidad? La respuesta es sí, porque la verdadera Navidad no trata de lujos, comilonas, adornos y regalos, sino de una Persona que, siendo Dios, se hace Niño.
TEMA DE LA SEMANA: LA BELLEZA QUE SALVA AL MUNDO
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 20 de diciembre de 2020. No. 1328