La morenita del Tepeyac nos da un ejemplo de humildad. El hombre en su condición de criatura no debe ambicionar ser Dios. Acabaría destruyéndose y destruyendo a su país.
Señor presidente: siga el ejemplo de la morenita del Tepeyac, de su humildad y de su cariño por los más pequeños de la nueva nación que se gestaba bajo su manto de estrellas.
Señor presidente: es muy importante que deje a los ciudadanos participar en la configuración de un mejor país.
Participar de manera institucional asegura a los ciudadanos que su voto se va a respetar y que los resultados de las elecciones se van a aceptar, aunque no sean los que usted, presidente, quiere.
La Cámara de Diputados nos representa y equilibra al poder ejecutivo; representa a todos y cada uno de los mexicanos. Su misión es controlar al ejecutivo y legislar a favor de lo que nos dignifica y nos da esperanza.