Las diócesis y parroquias deben ser capaces de crear ocasiones para hablar de la campaña de vacunación, afirma el cardenal Michael Czerny, encargado de  la atención a los migrantes y refugiados en el seno del Dicasterio para el Desarrollo Integral de la Santa Sede.

En declaraciones a la agencia I. Media, el purpurado aclara que no corresponde al Vaticano ofrecer “una aclaración a aquellos que tienen miedo de la vacuna”, sino más bien a las iglesias y parroquias locales.

De este modo, ha sugerido que los sacerdotes puedan organizar sesiones para hablar de las vacunas después de la misa.

Estas iniciativas permitirían a quienes tienen dudas de carácter ético sentirse escuchadas, discutir, y “espero que se sientan tranquilizadas”, añade el purpurado nacido en la República Checa pero de nacionalidad canadiense.

En general, las iglesias “deben ser percibidas  como lugares que alientan la campaña de vacunación”, indica el purpurado.

Es decir, insiste, el llamamiento del Papa a promover una vacunación universal no debe reducirse al espacio de los medios de comunicación.

“Es necesario que en la Iglesia, en cada  lugar, las personas asuman este mensaje y lo apliquen”, afirma, haciendo un llamamiento a la responsabilidad de cada persona.

El llamamiento a unirse para promover la campaña de vacunación es algo evidente, “en un mundo interconectado como el nuestro”, subraya el cardenal  Czerny.

Por lo que se refiere a la posibilidad de vacunar a los migrantes, el cardenal ha deplorado el que con frecuencia “queden excluidos de las vacunas, como en general lo son de muchos otros servicios”.

Ahora bien, reconoce, se dan esfuerzos en la comunidad internacional para que la vacunación no se limite a los  países ricos.

“Se trata de una consideración que llega tarde, pero constituye una esperanza positiva”,  concluye.

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