Nos habéis hecho llegar un post de Instagram con unas capturas de pantalla de un vídeo que está circulando en varias redes sociales en el que un hombre identificado como Pierre Gilbert asegura que en un hipotético futuro, las vacunas llevarán cristales líquidos y servirán para controlar a la humanidad por ondas cerebrales. El vídeo afirma ser de 1995 pero se está compartiendo actualmente, coincidiendo con la campaña mundial de vacunación contra el covid-19. Estas afirmaciones son falsas. Ninguna vacuna aprobada hasta la fecha cuenta con cristales líquidos en su composición y, aunque los tuviera, estos materiales tampoco son capaces de convertir las células cerebrales en microreceptores de campos electromagnéticos.
“Introduciremos en estas vacunas cristales líquidos que se alojarán en las células de sus cerebros y se convertirán en microrreceptores de campos electromagnéticos enviados por ondas ultrasónicas de muy, muy bajas frecuencias que les impedirán pensar; podremos hacer de ellos unos zombis”
El término cristal líquido hace referencia a un estado de la materia que tiene propiedades intermedias entre el estado líquido y el estado sólido, lo que le da ciertas ventajas en términos de estabilidad, solubilidad, biodisponibilidad o liberación controlada de fármacos. Por eso, sustancias con tales propiedades “se han usado como plataformas de administración tanto en la industria farmacéutica y cosmética —por ejemplo, en aplicaciones dérmicas— como en ingeniería”, indica a Verificat Rebeca Santano, investigadora del Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona.
Sin embargo, “no hay ningún adyuvante aprobado para su uso actualmente en Europa o EEUU que sea considerado un cristal líquido”, como se puede ver, por ejemplo, en la lista de adyuvantes autorizados por la Agencia Europea del Medicamento. “Algunas formulaciones con cristales líquidos se han planteado para su uso en vacunas como adyuvantes, aunque por el momento solo se han probado en modelos animales”, no para el uso humano, indica la experta.
Cremas y fármacos con cristales líquidos
El orador habla también de que las vacunas convertirían a las células en “micro-receptores de ondas electromagnéticas que nos impidan pensar”. Tal y como añade Santano, lo que asegura Gilbert no es posible: “Los cristales líquidos son sustancias que, de ser introducidas en nuestro cuerpo, no tienen la capacidad de crear desde cero o insertar en nuestras células tal tipo de maquinaria compleja”. Además, añade, “en el hipotético caso de que los cristales líquidos confiriesen esa propiedad a las células de nuestro cuerpo, cremas y fármacos que están basados en cristales líquidos para la correcta administración de sus componentes también tendrían esta capacidad, y no se ha observado este tipo de comportamiento”.
Finalmente, Gilbert insinúa que esta técnica estaría detrás del genocidio de Ruanda de 1994, cuando alrededor de un millón de personas, mayoría tutsis, fueron asesinadas en el país africano. El acontecimiento es definido por Naciones Unidas como “uno de los capítulos más crudos de la historia de la humanidad”.
Avances científicos reales
El post de Instagram hace referencia a varios avances científicos reales para apuntalar sus argumentos, pero ninguno de ellos está relacionado con las vacunas. El primero, una investigación de la Universidad de Virginia publicada en 2016, cuando un equipo consiguió alterar mediante campos electromagnéticos las neuronas de peces y ratas de laboratorio, lo que se consiguió mediante técnicas de terapia génica y no vacunas. Los autores del estudio esperan que estos descubrimientos sirvan en un futuro para tratar enfermedades como la esquizofrenia o el Parkinson. En segundo lugar, el mensaje habla de las investigaciones de Steve Ramírez, un neurólogo de la Universidad de Harvard que lidera un grupo de investigación que estudia cómo alterar la memoria para poder tratar desórdenes psiquiátricos.
Algunas de las afirmaciones van acompañadas de imágenes de gente que, supuestamente después de ser vacunada, puede colocarse un imán en el brazo. Este tipo de vídeos han circulado mucho últimamente y, como ya os hemos explicado, es imposible que una inyección contra el SARS-CoV-2 te magnetice el cuerpo.
¿Quién es Pierre Gilbert?
Unos posts identifican al orador como un teólogo. Otros, como un científico social de la Universidad de La Sorbona, pero no es así. Es cierto que existe un profesor de Teología en la Universidad Menonita de Canadá con el mismo nombre. Pierre Salama es un profesor emérito de la Universidad de La Sorbona Paris Norte experto en Economía (Gilbert es uno de sus nombres compuestos, según su currículum). Ambos han confirmado a Verificat que no son ellos quienes han hecho estas declaraciones.
Pierre Gilbert se presenta como un quiropráctico y acupunturista, conferenciante y fundador de un portal cristiano escatológico (defensor de las creencias de ultratumba). Sus conferencias han aparecido en decenas de portales que defienden desde la masonería hasta las pseudociencias.
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