Advertencia del arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida

Isabella H. de Carvalho, I.Media

Para garantizar la vacunación generalizada contra la COVID-19, los líderes mundiales deben tener muy cuidado de imponer una “visión occidental” sobre las necesidades de salud, ha advertido el arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida, en una conferencia de prensa celebrada este 2 de julio en el Vaticano.

“Apoyar la disponibilidad universal de vacunas significa entrar en un conjunto complejo de problemas, que tienen aspectos científico-tecnológicos, económico-comerciales y geopolíticos, como el ‘nacionalismo de las vacunas’”, reconoció monseñor Paglia.

La conferencia de prensa presentó las observaciones finales del seminario virtual “Mesa redonda internacional sobre vacunación”, que se llevó a cabo el 1 de julio.

El encuentro sirvió para invitar a los principales expertos de todo el mundo a discutir sobre cómo abordar las dudas sobre las vacunas y su distribución equitativa.

El simposio se celebró en colaboración con la Asociación Médica Mundial, la Asociación Médica Alemana y la Academia Pontificia de la Vida.

“Lo que me gustaría señalar en particular son los aspectos culturales de las vacunas en diferentes sociedades”, enfatizó el arzobispo Paglia.

El presidente de la Academia recordó que en ciertos países del Sur la historia de las vacunas representa la injusticia y la opresión de las potencias mundiales.

Explicó que es difícil pedir a los ciudadanos que confíen en esas mismas potencias mundiales, muchas de las cuales producen las inyecciones contra la COVID-19 en la actualidad, y que en el pasado explotaron a otras poblaciones.

El arzobispo Paglia constató que las prioridades de Occidente no son necesariamente compartidas por todos los países, especialmente en lo que respecta a los países africanos.

Destacó que en África mueren ahora más personas de malaria y tuberculosis que de COVID-19.

En 2019, por ejemplo, hubo casi 400.000 muertes por malaria en todo el continente, según el informe 2020 de la Organización Mundial de la Salud sobre la enfermedad. Hasta junio de 2021, se han dado alrededor de 140.000 muertes debido a COVID-19, aunque el número puede ser mayor, ya que las pruebas no están ampliamente disponibles en todos los países, lo que significa que los casos pueden pasar desapercibidos.

El arzobispo Paglia constata que las iniciativas que quiern ayudar a la respuesta africana a la COVID-19 deben tener en cuenta estas realidades locales al considerar objetivos estructurales a largo plazo, en lugar de simplemente ofrecer soluciones a corto plazo para la pandemia actual.

El doctor Ramin Parsa-Parsi, director de la Asociación Médica Alemana, apoyó las palabras del arzobispo Paglia al decir que para garantizar el acceso universal a las vacunas, las inyecciones deben producirse localmente pero con controles de calidad adecuados, buena capacitación de los trabajadores de la salud, e inversión internacional para la creación de los fábricas de producción.

Los ponentes de la conferencia coincidieron en que para superar los obstáculos de la campaña mundial de vacunación es necesario el diálogo y la cooperación internacional, así como la colaboración interdisciplinar.

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