El Pbro. Lic. Francisco Ramírez Yáñez, rector del sistema UNIVA, presentó el informe 2021 y concedió para El Observador una entrevista en donde destaca los beneficios de ser parte de una institución forjada en los valores cristianos
Por Juan Diego Camarillo
¿Cuáles han sido los principales pasos históricos de la UNIVA?
▶ La UNIVA ha tenido históricamente tres momentos: La parte fundacional a cargo del padre Santiago Méndez Bravo; una época de crecimiento a cargo de Mons. Guillermo y Mons. Santiago, y actualmente en etapa de consolidación.
¿Cuáles son los principales retos de la UNIVA como Universidad Católica?
▶ El primero y que ha sido siempre: mantener los estándares de calidad, hemos sido reconocidos por instituciones acreditadoras. Estamos convencidos de que la calidad se puede dar también en campus que no tienen gran tamaño o una gran matrícula.
El segundo es la identidad, somos una Universidad Católica. No somos una escuela de catecismo, se trata de inculcar en los jóvenes esto que hemos llamado la famosa cosmovisión, que significa la forma de ver no solamente el mundo, sino el cosmos, es decir, todo tu entorno; una visión basada particularmente en la virtud de la esperanza. Queremos formar profesionistas que tengan ilusiones, que no se amarguen ante las dificultades, que no se venzan por los problemas.
¿En qué acciones concretas se forma a los estudiantes con esta cosmovisión católica?
▶ Existen materias institucionales donde el muchacho, la muchacha va aprendiendo a conocer y a valorar, por ejemplo, la relación que hay entre la fe y la vida; la relación qué hay entre los principios como la honestidad y la ética de un ser humano; qué resultados tienes cuando ejerces los valores y qué resultados tienes cuando no; si no tienes ética, podrás tener más dinero pero no podrás tener la tranquilidad que solamente te da la paz, la transparencia y el estar bien con las autoridades. En ese sentido tenemos acciones.
La vida pastoral es uno de los varios momentos de la identidad donde el universitario tiene la oportunidad de convivir, de dirigir la palabra a las personas, sobre todo en los que se llaman tiempos fuertes, como es el tiempo de Cuaresma y el tiempo de la Semana Santa.
Particularmente, la visita que se hace a hospicios y orfanatorios, lo hacen como profesionistas en el ejercicio de su profesión, pero siempre llevados por este espíritu de caridad y de compromiso serio.
Finalmente, queremos ofrecer una cultura de un servicio de calidad a los universitarios, donde los universitarios se sientan realmente satisfechos, se sienten contentos de estar con nosotros y para eso tenemos que conocerlos, escucharlos y responder a sus inquietudes.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 13 de marzo de 2022 No. 1392