Entrevista realizada a Mons. Pierbattista Pizzaballa, OFM, por parte del Padre Cristóbal Vilarroig, LC, momentos antes de la Celebración Eucarística del 5 de abril, donde se llevó a cabo la renovación del sacramento del orden con motivo de la Cuarta Peregrinación Virtual de Magdala: “Peregrinación de la Gracia. Recorriendo Tierra Santa de la mano de la Iglesia”.
En este contexto del orden sacerdotal, ¿alguna experiencia como sacerdote, como obispo, como Pastor de la Iglesia, le haya tocado de algún modo particular?
▶ Las cosas que siempre me golpean en mi servicio sacerdotal y también en el episcopal es el encuentro con la gente, sobre todo la gente sencilla. Ellos tienen necesidad a través del sacerdote de tener experiencia del perdón de Cristo, del perdón de Dios a través de la Iglesia de Cristo. Allí veo a la gente que cambia, que está agradecida al haber encontrado al Señor a través de nuestras manos. Esto siempre me conmueve.
En este tiempo le ha tocado conferir el ministerio del orden sacerdotal, el diaconado, el presbiterado a muchos jóvenes Y, ¿Cuál es su experiencia cuando les otorga la gracia para el ministerio?
▶ Aquí en Jerusalén me han llamado a muchas ordenaciones. En un poco más de 5 años he ordenado más de 100 diáconos, una cincuentena de sacerdotes, entonces, es una grande gracia; aquello crea siempre un vínculo particular entre el obispo que ha ordenado al sacerdote y el ordenado. La oración me ha hecho saber y recordar mi propio sacerdocio, el significado que tiene para mí el sacerdocio que se transmite al sacerdote. Y también puedo ver cómo los nuevos sacerdotes se preparan para recibir el orden de diversas maneras entre unos y otros.
En estos cinco años que lleva como obispo, ¿Alguna vez le ha toca participar en alguna ordenación episcopal o ser el consagrante principal?
▶ He sido co-consagrante de una ordenación de un obispo de Egipto. Y seré consagrante principal de dos obispos en pocas semanas, dos obispos auxiliares de nuestra Diócesis de Jerusalén.
En algunas regiones del mundo, algunos fieles experimentan grande amor por el sacerdote que a veces puede caer en el clericalismo, ¿Qué les recomendaría usted a los peregrinos que siguen esta peregrinación virtual? para, por un lado, apreciar y valorar justamente el ministerio sacerdotal, y por otro lado, no caer en el clericalismo.
▶ La primera cosa es amar a los sacerdotes, porque a través de su sacerdocio recibimos la Eucaristía y el perdón de Dios. El amor no siempre es decir que sí, a veces si tú amas a una persona debes decir también “no” o detenerlo cuando comete un error. La primera cosa es amarlo, en el amor es saber decir “sí” y “no”.
¿Tiene usted alguna petición especial para los peregrinos que están siguiendo este programa?
▶ Aquí estamos muy agradecidos por esta experiencia que une a centenares de miles de personas con nuestra Iglesia de Jerusalén en sus diversas formas, y sobre todo a través de nuestra Iglesia con la experiencia del encuentro con el Señor. Los invito a venir aquí a Jerusalén, para completar esta peregrinación y que se convierta lo virtual a la realidad, y que es recen por nosotros, por nuestra Iglesia para que custodie siempre con verdad y con amor el misterio de Cristo.
Inscripciones a la Cuarta Peregrinación Virtual de Magdala: https://email.magdala.org/h/y/86615AE19BF451F3