LA CENA

Para celebrar la Pascua,
la víspera del dolor,
los apóstoles se juntan
alrededor del Señor,
y el Señor les da su cuerpo
en pan de resurrección
y la sangre de sus venas
en vino de redención.

Ni el pan pan ni el vino vino:
el pan Dios y el vino Dios.

Aunque el día no ha llegado,
aunque todavía es hoy,
el Señor ya quiere darse
del todo por nuestro amor;
y se parte y se reparte,
pero no en llanto y sudor,
sino en un pan y en un vino
que ni pan ni vino son.

Ni el pan pan ni el vino vino:
el pan Dios y el vino Dios.

Francisco Luis Bernárdez  (Fragmento)

JESÚS ES SENTENCIADO A MUERTE

Y soy yo mismo quien dictó
esa sentencia villana.
De mis propios labios mana
ese negro veredicto.
Yo me declaro convicto.

Yo te negué con Simón.
Te vendí y Te hice traición
con Pilatos y con Judas.
Y aún mis culpas desanudas
y me brindas el perdón.

Gerardo Diego (Fragmento)

CON LA CRUZ A CUESTAS

Cargando con un madero
caminas, Jesús, herido,
que tres veces has caído
sobre el fango del sendero.

Pedirte perdón yo quiero
porque culpable yo soy
de la tortura que hoy
se conmemora y se siente.

¡Fue fecunda tu simiente
y en busca de Ti yo voy!

Conchita de Pedro-Juan Cuadrillero

AL CRISTO DEL CALVARIO

Llega Cristo al Calvario convertido
en un desecho humano, un pingajo;
deshilachado, con harto trabajo
(los pies de plomo) subir ha podido.

Exangüe, destrozado, dolorido,
va rescatando almas a destajo.
Aplastado, tendido boca abajo,
la cruz encima para ser cosido.

Nadie sufrió lo que Él ha sufrido
pues nunca se vio el mal tan subido
y, nunca se vio a Dios tan abajo.
Abajado murió de amor crecido,
y, aunque tuvo el final de un vencido,
muriendo venció la muerte de cuajo.

Estanislao Martín Rincón

¿QUIÉN ES AQUEL CABALLERO?

¿Quién es aquel Caballero
herido por tantas partes,
que está de morir tan cerca
y no le conoce nadie?
Jesús Nazareno dice
aquel rótulo notable:
¡ay Dios! que nombre tan dulce
no merece muerte infame.

Después del nombre y la patria
rey dice más adelante;
pues si es rey, ¿cómo de espinas
han osado coronarle?

….

De luto se cubre el cielo
y el sol de sangriento esmalte,
o padece Dios, o el mundo
se disuelve o se deshace.

Lope de Vega (Fragmento)

ORACIÓN AL CRISTO DEL CALVARIO

En esta tarde, Cristo del Calvario,
vine a rogarte por mi carne enferma;
pero, al verte, mis ojos van y vienen
de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.

¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?

¿Cómo explicarte a Ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y solo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?

Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mí todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.

Y sólo pido no pedirte nada,
estar aquí, junto a tu imagen muerta,
ir aprendiendo que el dolor es sólo
la llave santa de tu santa puerta.

Gabriela Mistral

TEMA DE LA SEMANA: «CRISTO CRUCIFICADO O LA POESÍA DEL AMOR»

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 10 de abril de 2022 No. 1396

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