“La Iglesia es la que trata justamente de ayudar a la gente para que consiga trabajo, sobre todo los jóvenes para que puedan casarse y salir adelante”

Entrevista al Padre Gabriel Romanelli, Sacerdote del Instituto del Verbo Encarnado

Por Ana Paula Morales

¿Cómo se encuentra la situación actual en Gaza desde la guerra de mayo del 2021?

Lo primero que tengo que decir para responder esta pregunta que gracias a Dios tanto en Palestina como en Israel no hay persecución a los cristianos. Ciertamente hay personas y algunos ambientes con tensiones, problemas y dificultades, pero gracias a Dios no hay persecución. Las relaciones con el resto de los habitantes es buena. Evidentemente no es fácil ser una minoría. De hecho, muchos jóvenes no conocen lo que es la Iglesia, lo que son los cristianos, de ahí que la labor cultural de la Iglesia sea muy importante y esencial para dar a conocer la presencia de los cristianos locales, es decir, cristianos palestinos, que se consideran y son descendientes de los primeros discípulos de Cristo que siempre estuvieron en estas tierras benditas.

Con la creación de permisos de empleo por parte del gobierno israelí, ¿se ha producido una emigración significativa por parte de los gazatíes?

Ahora, si se toma el término como “emigrar”, irse fuera de Palestina, de Tierra Santa, el único modo de salir es viajar por medio de la frontera con Egipto, ya que gracias al gobierno egipcio hace un tiempo que está abierta la frontera y por ahí hay familias y personas que emigran. Los permisos del gobierno israelí no son para emigrar, sino para quedarse dentro del mismo país, incluyen la Franja de Gaza y Jerusalén Oriental. No se da un permiso para trasladarse, sólo para ir y volver.

Los permisos no son de empleo fijo, según tengo entendido, son sobre todo los jornaleros. Pueden ir, trabajar en Israel y volver. Es una suerte de empleo, pero no fijo y es por un tiempo determinado. Los permisos para los cristianos son para ir a visitar los lugares santos, a sus familiares.

¿Qué afectaciones religiosas y sociales ha tenido la construcción del muro “inteligente” y subterráneo que fue finalizada su construcción en diciembre de 2021?

La verdad que no tengo idea en qué puede afectar la construcción de un muro desde el punto de vista religioso, pero sí influye de algún modo en la vida social de las personas. A la parte religiosa lo que hace es impedir una vez más que la gente vaya a sus lugares de devoción, por ejemplo, los cristianos que vayan a Jerusalén, no solamente para Pascua, sino durante todo el año, porque es su patria y es su lugar donde cree; o incluso el musulmán de Gaza que pueda ir a rezar a los lugares de su devoción. Ya de por sí el muro, que antes era un muro de cemento, ya de igual manera existía la prohibición de salir, provocando que las personas se vean apartadas.

Ahora no tengo la más mínima idea a lo que se refiera al muro “inteligente”, la verdad es que no sé a lo que se refieran. Supongo que es la extensión de la seguridad. Socialmente, a mi modo de ver, cuando yo vivía en Beit Yal, de la que depende Belén, cuando empezaron a construir el muro a la gente le dio mucha desesperación, el ver físicamente que había una barrera enorme de seis metros y en muchos lados hasta de doce metros, era verdaderamente un signo de desesperanza. Pensemos en esa parte del muro físico, el saber que uno está encerrado, que uno no puede salir, eso crea grandes complejos por más que esté abierta la frontera, gracias a Dios, en cierto sentido con Egipto, la mayor parte de la población de Gaza, que son jóvenes, nunca han salido de aquí.

¿Cuál es la situación de fe y asistencia a los templos católicos por parte de los fieles tras los conflictos?

En primer lugar, sólo tenemos un templo católico. En la Franja de Gaza viven dos millones de personas, mil setenta y siete personas entre esos dos millones son cristianos. De esos mil setenta y siete son católicos ciento treinta y siete. Tenemos una sola parroquia, que es la Parroquia de la Sagrada familia de Gaza, que pertenece al Patriarcado Latino de Jerusalén y que está asistida y confiada la labor pastoral hace varios años a la familia religiosa del Verbo Encarnado, es decir, los sacerdotes que atienden la parroquia católica somos religiosos del Verbo Encarnado, ayudado por las religiosas Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, que es de la misma familia religiosa, y de ahí se atienden a las Hermanas de la Madre Teresa y las Hermanas del Rosario, pero es un solo templo.

Contamos así, con todo, con siete capillas, que son capillas utilizadas de la siguiente forma: Una para el culto de la gente, que es la capilla de Santo Tomás de Aquino, donde se realiza la celebración habitualmente los viernes allí; después está la capilla de la comunidad religiosa; una capilla de los Padres; una capilla en la casa de las Hermanas del Verbo Encarnado; una capilla de las Hermanas de la Madre Teresa; una capilla de las Hermanas del Rosario. El último tabernáculo que queda, pero que no es católico, es la otra parroquia que es griega-ortodoxa.

Ahora bien, después del conflicto o durante el conflicto la gente no podía moverse, pero la gente es muy devota y asiste mucho. Nosotros tenemos, gracias a Dios, un alto índice de porcentaje de asistencia. El año pasado, después de las celebraciones del Triduo Pascual hice los números de estadísticas, sabiendo que no habían salido los permisos, entonces teníamos a todos los parroquianos aquí y participaron el 86% de los católicos de alguna de las celebraciones del Triduo Pascual; además de 300 ortodoxos. Es para dar gracias a Dios que siendo un número tan reducido de cristianos y con tantas dificultades el templo es el corazón de la vida de ellos, el templo y la parroquia en general; la parroquia también como centro social. Gracias a Dios, la Iglesia Católica, siendo tan pocos, es muy activa y eso la gente lo reconoce y hace que mucha gente participe. Tenemos diez grupos parroquiales donde no solamente participan católicos, sino también ortodoxos, y eso es todos los días del año, salvo algunos días que tomamos un poco de descanso para los organizadores, los que nos ayudan, los sacerdotes, las hermanas, pero esos grupos están activos todo el año y con muchas actividades como se puede ver en la página.

¿Cómo se ayudan los unos a los otros cuando se sabe que algún miembro de la Iglesia ha perdido su hogar o su trabajo, o bien, ha fallecido algún familiar por los conflictos bélicos?

En general el habitante de Medio Oriente tiene mucho sentido de familia y de tribu, y por eso es que se ayudan, como es en la crianza de los niños, se ayudan incluso materialmente si tienen que construir una casa, tratan de vivir juntos; se ayudan en atender a personas mayores. De hecho, una característica es que casi no hay casas de ancianos en Medio Oriente, porque muchas veces hasta los hermanos se pelean para tener a sus papás con ellos, por lo que significa el anciano, es decir, una persona venerable que, a decir verdad, es de derecho natural y cuando eso se potencia por buena formación religiosa es justamente una joya, es el ornamento de la casa la persona anciana; lo mismo se dice de los enfermos.

En el caso de la comunidad cristiana no ha habido víctimas en el último conflicto, de todas maneras, se ayudan. Así toda la labor de la Iglesia es esencial, porque no olvidemos que la situación de guerra está hace muchos años presente y mientras la injusticia siga vigente eso crea muchas dificultades y problemas entre las familias. La mayor parte de los habitantes de Gaza que son jóvenes no tienen trabajo, entonces, la labor de la Iglesia es insustituible, porque es la Iglesia la que trata justamente de ayudar a la gente para que consiga trabajo, sobre todo los jóvenes para que puedan casarse y salir adelante. Eso es verdaderamente una nota de distinción de la labor de la Iglesia Católica en la franja de Gaza, la labor hacia los hijos de la parroquia, hacia todos los cristianos y también hacia un gran número de habitantes, sobre todo los pobres, los enfermos; sirviendo a miles de personas, eso literalmente todos los meses se ayudan a miles de personas, y esa ayuda es por medio de la Iglesia Católica.

Gracias a Dios en los últimos tiempos varios católicos han respondido a una iniciativa que tuvimos en la parroquia para crear un fondo para ayudar a las familias pobres visitándolas y ayudándolas.

¿Cómo expresaría usted la situación actual de la persecución de los cristianos y cuáles son sus manifestaciones principales?

Gracias a Dios la situación está más serena. De hecho, desde el final de la guerra hasta ahora, ha pasado casi un año, no ha habido bombardeos, salvo alguna que otra excepción durante la noche, lo que durante años solía ser algo muy frecuente. No ha habido guerra, tampoco bombardeos o agresiones de una parte o de otra, así que eso es una gracia enorme. Además, Israel ha comenzado a dar alrededor de unos veinte mil permisos a palestinos de Gaza para que puedan salir a trabajar, para hacer comercio en la parte de Israel. Eso es una gran ayuda para las familias, ya que el que trabaja allá puede justamente buscar el sostén de sus familias aquí.

También, gracias a Dios y al trabajo denodado del Patriarcado Latino de Jerusalén, el gobierno de Israel ha concedido más permisos que en los últimos años para que los cristianos puedan ir a la Ciudad Santa a celebrar la Semana Santa. Dieron permiso para 722 cristianos, es decir, no es la totalidad de los cristianos, puesto que los cristianos de Gaza somos mil setenta y siete personas, pero es un número considerable pensando que en los últimos años no habían concedido permiso y en Navidad habían dado quinientos, es decir, 722 es más y es mejor. Estamos deseando que concedan más y que terminen de dar los permisos que faltan.

Si estamos hablando de dos millones de personas que han nacido en la Franja de Gaza y que nunca han podido ir a visitar otras partes, no solamente otros países extranjeros, sino otras partes de la región de su mismo país, así como Jordania, Belén, la Jerusalén Oriental; no han podido ir a visitar a los lugares de sus ancestros. Mucha gente de acá son refugiados, es decir, de la zona de Yafo, o de Migdal, entonces eso desgraciadamente por el momento hace que haya una gran frustración en la mayoría y el deseo de ir a conocer, a visitar.

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