Por Monseñor Joaquín Antonio Peñalosa

1a estación: Jesús es condenado a muerte

La muerte lenta de los desnutridos, los bastardos, los desterrados. La violenta muerte de los que soñaron en la paz y alzaron su voz como un fuego hermoso para pedir justicia mientras recibían una bala por respuesta.

2a estación: Jesús carga la cruz

Nadie tan cargado de cruces como la gente pobre, como las naciones pobres, más allá de su fuerza económica y moral, más allá de su dignidad y de sus esperanzas.

3a estación: Jesús cae en el camino

Y sigue cayendo en cuantos hombres y pueblos se debilitan y derrumban por falta de apoyo y solidaridad.

4a estación: Jesús encuentra a su madre

Las nuevas dolorosas, las mujeres marginadas y usadas como objetos, las madres enlutadas de unos hijos perseguidos, presos, desaparecidos.

5a estación: El Cirineo obligado a llevar la cruz

Es la historia de los fuertes que obligan a cargar cruces de pobreza y discriminación, cruces de ideologías y culturas impuestas, cruces de consumismo y endeudamiento.

6a estación: La Verónica limpia el rostro de Jesús

Tendríamos que romper el cordón policiaco como aquella mujer decidida y limpiar tanto sudor como lágrimas del rostro explotado del indio y del campesino para descubrir el rostro viviente de Jesús.

7a estación: Jesús cae por segunda vez

¿Dónde está la mano que levante al drogadicto de su infierno, al alcohólico de su delirio, al viejo canceroso de su desilusión, al golpeado por la soledad de tanto Viernes Santo?

8a estación: Las mujeres lloran al ver a Jesús

He aquí que la compasión debe estar junto a la pasión, junto a las mil pasiones que diariamente tienen lugar en los mil calvarios levantados en las mil ciudades del mundo. Ar, se muere uno siempre solo, escribió Pascal.

9a estación: Jesús cae por tercera vez

Cada día cuenta el mundo con doscientas mil vidas caídas a la tumba. La Administración de Correos de Estados Unidos permite que los paquetes que contienen cenizas de cadáveres pueden ser franqueados como “muestras sin valor”.

10a estación: Jesús es despojado de sus vestiduras

De su hermosura despojamos a la creación, contaminamos el espejo del aire, manchamos a nuestra hermana el agua, sencilla y casta, destruimos las aves preciosas, las ballenas azules.

Despojamos al rey de la creación de su fama, de su salario, de su verdad, de sus derechos.

11a estación: Jesús es clavado en la cruz

Este largo desfile de crucificados se llama nuestro mundo. Míralos, están fijos, porque no hay quien los desclave de la cruz de la miseria, la cruz de la incultura, la cruz de la violencia. Se solicitan manos desclavadoras.

12a estación: Jesús muere en la cruz

Los médicos legistas, los que dan de del cadáver, los que realizan la autopsia, pueden decirnos de qué murieron los que murieron hoy: Para cardíaco, pistolerismo, odio, cansancio de vivir, sobredosis de drogas, venganza, egoísmo. La falta de amor es el verdadero cardiaco.

13a estación: Jesús es bajado de la cruz

Esta es la lección más elemental de botánica: Sucede que flores se marchitan para que puedan hacer su aparición los frutos.

14a estación: Jesús es sepultado

Apiádate de los sepultados en la vida, los despreciados por la sociedad, los silenciados por la tortura, los reprimidos por el poder. Un día esos sepulcros se abren y el pueblo cobra en sus muertos la nueva esperanza para luchar por una vida fresca y digna. Un día se desatan las mortajas y se rompen las lápidas y amanece el sol de la resurrección.

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 3 de abril de 2022 No. 1395

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