Hoy Jesús nos recuerda con mucha alegría y esperanza el amor que nos tiene. Nos llama amigos y nos confía su misión con generosidad.
¿Cuántas veces no buscamos amistad en algunas personas que nos hacen daño cuando tenemos a un amigo por excelencia?
Dios, como buen amigo, nos escribe constantemente noticas de amor para recordarnos cuanto nos ama: con la risa, el aire que respiramos, un amanecer precioso, una familia atenta, unos amigos que nos apoyan… pero ¿ estamos dispuestos a corresponder a esa amistad de Dios?
Cuando uno se sabe elegido, querido, amado, sostenido por Dios la vida de uno no puede seguir igual, cambiamos, nos damos cuenta que frente a ese amor inigualable que Dios nos tiene estamos llamados a una misión, estamos llamados a dar ese fruto abundante que nos propone el evangelio de hoy. Y por supuesto dice el evangelio que ese fruto va a ser duradero, va a ser para siempre, claro, cada obra de amor que hagamos aquí en la tierra tiene su correlato en el cielo, vamos a encontrar esa obra de amor, esas obras de amor transformadas en lo que será ya luego la Vida Eterna, lo que será el encuentro con Jesús.
Que durante esta reflexión podamos recordar que sólo Cristo hace nuevas todas las cosas. A Él le pedimos entonces la gracia de tener un corazón siempre enamorado de Él.
¡Feliz viernes 20 de mayo!
ANGELO DE SIMONE
IG: @asdesimone
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