Hoy Jesús nos presenta un mensaje bastante interesante, interpelándonos sobre dónde ponemos la mirada y nuestros tesoros.
Es tan común que a lo largo de la vida acumulemos tantas cosas, que luego no sepamos porque las tenemos o, peor aún, que pongamos tantos afectos en ellas y no en lo que es verdaderamente importante.
Durante la reflexión de hoy es necesario hacer un examen de conciencia sobre qué vemos, que escuchamos, que atesoramos en nuestro corazón, haciéndonos la siguiente pregunta: ¿Qué mueve mi vida? ¿cuáles son mis prioridades?
Tomemos un tiempo para reflexionar y que durante este audio podamos decir: Señor, ayúdame a purificar mis sentimientos y mi corazón
