Mensaje por la PAZ de los obispos de México

“También expreso mi dolor y conmoción por el asesinato anteayer de dos religiosos, hermanos míos, jesuitas, y un laico. ¡Tantos asesinatos en México! Estoy cercano en oración y cariño a la comunidad católica, golpeada por esta tragedia.

Una vez más, repito, que la violencia no resuelve los problemas, sino que aumenta los episodios de sufrimiento.”

Papa Francisco, Audiencia General, Roma, 22 de junio de 2022

“¡Cuántos asesinatos en México!” Es la expresión de consternación que el Papa Francisco nos dirige desde lo más profundo de su corazón para consolarnos, para orar como Padre y Pastor con nosotros, sufrir a nuestro lado, y caminar cercano con nosotros desde el dolor y sufrimiento que ha generado tanta violencia. ¡Sí! ¡Cuánta violencia!

Los obispos como Pastores, queremos expresar de igual modo toda nuestra cercanía, y el profundo dolor que cargamos en nuestro corazón. Ahora como nunca, el dolor de la Cruz se vuelve más intenso por tanta sangre inocente derramada a lo largo y a lo ancho del país. Los índices de violencia y sus estructuras de muerte se han desbordado, e instalado en nuestras comunidades, desfigurando a la persona humana y destruyendo la cultura de paz. Una cultura de paz que nos hace hermanos.

Al lado de nuestro pueblo esperamos una respuesta a la altura de las circunstancias, por parte de las autoridades civiles en todos los niveles. Es responsabilidad de quienes gobiernan procurar la justicia y favorecer la paz y la concordia en la convivencia social. Esta realidad de violencia nos golpea.

Nuestro México está salpicando sangre, de tantos muertos y desaparecidos, entre ellos 27 sacerdotes, incluidos los padres jesuitas que han sido asesinados por el crimen organizado. Identificándose así con los miles de víctimas de nuestro pueblo, que han tenido este fin, junto con las decenas de miles de desaparecidos, a quienes sus familias siguen buscando.

Habríamos de sumar las muchas extorsiones y la total impunidad imperante en todo el país. Esta situación es ya insoportable, y nos reclama y exige a todos dar frutos de paz.

La Conferencia del Episcopado Mexicano hace un llamamiento también, a quienes son causantes de todos y cada uno de los episodios atroces de muerte y destrucción contra sus propios hermanos. Les recordamos que somos parte del mismo pueblo. Les conminamos a que dejen de matar a sus propios hermanos, y de violentar la paz social. Recuperen el temor de Dios y hagamos prevalecer su ley que nos dice: No matarás.

En el nombre de Dios sensibilícense ante los lamentos de sus hermanos que son hijos de Dios, cuyas lágrimas de sufrimiento, impotencia y rabia contenida, claman hasta el Cielo.

Les suplicamos, les rogamos, les exigimos, en nombre de Dios: ¡Basta de tanta maldad y odio! Todos queremos la paz.

Mons. Ramón Castro Castro
Secretario General de la Conferencia el Episcopado Mexicano

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