Hace unos minutos empezó a circular por casi todos los medios y redes sociales la noticia de la muerte del Papa emérito Benedicto XVI, pero es una lástima constatar la forma en que los medios de cualquier tipo consigen o conseguimos las noticias.
Para darnos cuenta de la forma en que actuán los medios y poner al descubierto la delicada forma de comunicarnos en el siglo XXI, tenemos el caso del día de hoy. Un «escritor» (así lo define el artículo de él en la Wikipedia) de nombre Tommaso Debenedetti, creo una cuenta falsa en Twitter con una foto y el nombre de «Georg Bätzing«, así como con este texto en inglés y en alemán «Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana. Obispo de Limburgo. Cuenta oficial». Espero la hora adecuada… cuando en Europa están durmiendo, las 2 de la mañana, pero en el continente americano estamos en plena actividad, sobre todo en redes sociales, las 7 de la tarde, y publicó 3 tuits con el siguiente texto «Fallece el Papa emérito Benedicto XVI» en inglés, en español y en aléman, y después de soltar esos tuits, publicó otros pero después de 30 minutos con este texto «Cuenta falsa creada por el periodista italiano Tommasso Debenedetti»… los suficientes para que medios del todo el mundo, especialmente en América, tengan en su titulares de sus sitios web, así como redes sociales, y los grupos de WhatsApp la mayoría hispanoparlantes, con la noticia falsa de que el Papa Benedicto XVI ha fallecido.
El experimento para Tommaso Debenedetti ha resultado un éxito, y para los que trabajamos en los medios nos queda ese sabor agridulce: rectificamos, pero ayudamos a difundir la falsa noticia.
Desde Roma, los pocos periodistas que están despiertos, ya empezaron a hacer llamadas y esperar que alguien responda, ya se habrá despertando más de alguno y seguirá buscando la confirmación de la noticia, como debe ser. Mientras tanto seguiremos viendo en todos lados la información, la famosa fake news, hasta que alguien se despierte y confirme lo que es más que obvio: que todo fue un experimento social y que el Papa está descansando.
Como católicos nos toca seguir buscando la verdad, y no caer en la tentación de la información rápida y fácil de los tiempos que nos han tocado vivir.
Y que Dios, Padre bueno, en su infinita misericordia, llame a su seno de amor al Papa Benedicto XVI cuando sea su momento, mientras que él siga intercediendo con su oración por toda la Iglesia que peregrina junto con él.
Por Rogelio Hernández Murillo, editor Web. Con información de Ana Paula Morales.