Por Jennifer Ristine / Magdala

Todo el mundo necesita un modelo, alguien a quien admirar, con quien sentirse solidario. La sensación de que otra persona «ha estado ahí y lo ha hecho» hace que tu propio viaje sea menos desalentador. Este 22 de julio, Magdala mira a una mujer, celebrando el ideal y el modelo que representa. María Magdalena, nacida en el seno de una familia hace más de 2000 años, sigue siendo portavoz de mensajes universales. Aparece en las Escrituras como «la mujer de la que Jesús expulsó siete demonios» (Mc 16, 9); como una de las mujeres que acompañaron y cuidaron de Jesús y sus discípulos, proveyéndoles de su propio sustento (Mc 15, 4; Lc 8, 1-3); como discípula firme y apasionada al pie de la cruz y en la unción de su cuerpo en el sepulcro (Mt 27, 56, Mt 27, 61); y como apóstol privilegiada de los apóstoles que lo encontró resucitado y fue enviada a anunciar la buena nueva a los apóstoles (Jn 20, 18. Mt 28, 9-10).

Los primeros escritos gnósticos la pintan como protagonista de la misión de la Iglesia primitiva. Los Padres de la Iglesia la recordaron a la luz de su experiencia de redención de la mano de Jesús, de pecadora a santa, de vicio a virtud. Desde Hipólito en el siglo III hasta Gregorio de Nisa y San Jerónimo en el IV, pasando por el Papa Gregorio Magno en el siglo VI, ofrecen reflexiones personales y pastorales que dan esperanza a quienes luchan por perseverar en la vida cristiana. A lo largo de la Edad Media, es señalada por pintores y escultores como modelo de penitente contemplativo, revelando un camino de íntima participación en la cruz de Cristo en esta vida. Y, por último, la actualidad nos lleva a maravillarnos de sus múltiples facetas y atractivos para los hombres y mujeres del siglo XXI. Destaca, sobre todo, por haber encontrado el amor misericordioso del Señor, por haber acogido la mano que le tendía y por haber optado firmemente por seguirle allá donde le llevara. Ella sigue siendo, con su testimonio de vida, testigo del amor redentor de Jesucristo. Pidamos al Señor la misma gracia.

Jennifer Ristine es una mujer consagrada del Regnum Christi dedicada a la formación espiritual y de la fe a través de la enseñanza, las conferencias, la escritura y la dirección espiritual. Mientras servía en la antigua Magdala, escribió María Magdalena: Perspectivas de la antigua Magdala y «Nueve días con María Magdalena». Su libro se publicará en español este verano de 2022.

Publicado en Magdala.org

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