El robo de identidad a través de la mensajería instantánea o redes cada vez es más común, por lo que aquí ofrecemos algunas recomendaciones para no ser víctima de este delito
Por Mónica Muñoz
Un tema de gran actualidad y controversia es el que se refiere al uso de redes sociales y qué tanta información se comparte a través de ellas, debido a que es alto el índice de usuarios en México que se han hecho adeptos en cualquiera de sus modalidades, siendo las más populares las que permiten producir un breve video que puede ser visto por millones de personas en todo el mundo.
El problema al que me refiero no es el uso y abuso de estas plataformas digitales, ese asunto lo dejaremos para otra ocasión, lo que ahora nos ocupa es el robo de identidad al que muchos usuarios se han visto sometidos, porque hay que añadir a la impotencia que experimentan las víctimas, el provecho que obtienen quienes se apoderan de cuentas ajenas porque las utilizan para robar y extorsionar. Pero, se han de preguntar algunos, ¿cómo es posible que ocurra esto? Sencillamente a través de cadenas, ligas para entrar a sitios en la web, concursos falsos o mensajes engañosos como de instituciones bancarias que llegan a los celulares, por medio de los cuales se solicita información personal y un código que llega por mensaje de texto, con el cual se apropian de la cuenta.
Y después viene lo interesante: una vez que tienen acceso, pueden ver fotos, conversaciones e información comprometedora que es usada para sacar dinero al dueño, o bien, comienzan a mandar mensajes a los contactos para amenazar o pedir transferencias, haciéndose pasar por el usuario. Y qué decir cuando logran quedarse con los números de cuenta o tarjetas bancarias, en fin, que hay un sinnúmero de posibilidades que tienen los ciberdelincuentes para hacerse ricos.
¿Qué se puede hacer para evitar que roben nuestra identidad en aplicaciones de mensajería instantánea o cualquier otra red social?
Sophia Huett, Secretaria Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública del Estado de Guanajuato, hace las siguientes recomendaciones:
- Cuando llamen por teléfono, no hay que hacer caso de extorsiones, es muy frecuente que, si contestan los niños o adultos mayores, caigan fácilmente en el engaño, así es que es indispensable platicar con la familia y alertarlos para que no den información a desconocidos, y si escuchan amenazas, cuelguen inmediatamente. No volverán a llamar. Y hay que actuar de la misma manera cuando se trata de secuestros virtuales. Por eso es importante llamar inmediatamente a la persona que creamos que fue sustraída.
- Hay que cancelar el servicio de buzón de voz, ya que a través de él se pueden robar el Whatsapp, Telegram, Facebook, o cualquier otra red, y extorsionar a la familia.
- Ahora bien, si ya pasó, hay avisarles a los contactos, desinstalar la aplicación y volverla a instalar. También se puede pedir a la plataforma que dé de baja la cuenta.
- Es muy común cambiar de número, pero si eso ocurre, hay que avisar a todos los contactos porque puede ocurrir que, si se robaron la identidad, esos otros hablen cosas delicadas con ellos.
En este punto hay que tener cuidado porque las conversaciones se almacenan, pero ya no se recuperarán, en cambio, los suplantadores también se quedarán con las conversaciones.
- Muy importante será activar la verificación en dos pasos en sus aplicaciones, porque si alguien intenta acceder desde otro dispositivo, llegará un mensaje de alerta al celular o pedirá el código de ingreso al intruso.
- Y, finalmente, es muy importante denunciar. Mucha gente se abstiene de hacerlo por temor o desidia, pero esta será la solución definitiva para que se les termine la mina de oro a aquellos, que, la mayoría de las ocasiones, hacen su negocio desde los reclusorios o sentados tranquilamente tomando cerveza mientras la víctima y su familia sufre por la extorsión.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 4 de septiembre de 2022 No. 1417