Hoy el Evangelio nos narra una historia que en principio es triste, pero que luego nos enseña mucho para crecer en la vida espiritual.
Muchas veces en nuestra batalla espiritual, nos liberamos de ciertos demonios que han ido perturbando nuestra vida pero que luego vienen con más fuerza camuflajeados de tentaciones, perturbando nuestro espíritu y nuestra vida con mayor intensidad que en el pasado.
Durante la reflexión de hoy es necesario dejarnos tocar por Jesús, preguntándonos: ¿cómo combato los demonios que me acechan? ¿Qué sentido tiene la vida espiritual en mi cotidianidad? ¿Acaso le abro mi corazón a situaciones que sé me pueden perjudicar y hacer caer?
Tomemos un tiempo para reflexionar durante este audio y decir: Señor, permíteme vencer la tentación con valentía y determinación.
