Inmaculada y bendita
entre todas mujer,
tú que con una sola palabra
abriste el cielo entero
y nos diste la fe.
Enséñame a creer
como tú creíste,
haz que mi fe
sea siempre firme.
Hazme siempre fiel.
Madre de misericordia,
madre del amor.
¡Quien mejor que tú puede saber
lo que cuesta negarse,
lo que es el dolor!
Enséñame a perdonar,
enséñame a amar a los demás
como les amaste tú.
Como les amaste tú.
Madre de Nuestra Esperanza
la niña de Dios.
Tú que fuiste siempre su alegría
siempre generosa para tu Señor.
Enséñame a confiar
y a entregar toda mi libertad
Nunca me dejes Madre mía
alejarme de Jesús.
Letra y música: Alicia Corrales
(Acordes disponibles en: jesed.net del álbum «Amar con obras»)