En su exhortación apostólica Gaudete et exsultate (2018) el Papa Francisco hace referencia a la puerta del al lado como una invitación a no pensar solo en los santos consolidados por la Iglesia, sino a inspirarnos en aquellos con los que convivimos día a día, en el padre que cuida con amor a su hijo, o en los miembros más humildes del pueblo de Dios.

Por Rubicela Muñiz

Valentina, cuéntanos un poco sobre ti y cómo es que desde pequeña te atrae la vida de los santos.

▶ Mi nombre es María Valentina Leal Torres y me encanta definirme por mi nombre. Mis papás me bautizaron como Valentina y lo hicieron pensando en la valentía, en esa virtud; que fuera una niña valiente. Y creo que eso ha marcado toda mi vida: el tema de la valentía.

Cuando yo era muy chiquita mis papás, a mi hermano y a mí, nos ponían a leer vidas de santos para que fueran nuestra inspiración. Así que si me preguntas que desde hace cuando soy un miembro activo en la Iglesia, creo que desde el vientre de mi madre.

¿Entonces tu nombre oficial no es María Valentina, sino solo Valentina?

▶ No sé en qué vida de santa leí que las niñas que se llamaban como la Virgen María, que tenían el nombre de María, se hacían amigas de la Virgen María. Entonces, yo dije que quería ser amiga de la Virgen y a los cinco años les dije a mis papás que me agregaran el nombre de María. Les insistí tanto, que cuando tenía seis años se hizo todo el tema legal del cambio de nombre en la notaría y luego en la Iglesia. Y desde los seis años soy María Valentina Leal Torres.

Me reconozco como una hija muy amada de Dios y muy amada por mi familia.

¿Cómo es que llegas a profundizar más en tu fe y a visualizar el proyecto de “La puerta de al lado”?

▶ Cuando tenía 15 años tuve un tema de salud importante que afectó mis actividades y me hizo poner una pausa en mi vida. Al leer esa situación me di cuenta de que Dios necesitaba mi quietud física para tener una quietud interior en la cual Él me pudiera decir: “Tú has vivido una fe en familia hermosa, pero necesito tu sí personal. Has recibido un montón y necesito que empieces a entregar”.

Nosotros siempre habíamos vivido la fe en familia y en comunidad y a mis 15 años tuve momentos de crisis existenciales muy fuertes porque yo decía: “Si hoy me muero, no hice nada”.

Entonces, el Señor se valió de esta situación para tomar mi sí personal. A los 17 años ingresé a la comunidad Familia Espiritual de Fray Nelson Medina, y ahí conocí a unos amigos y siempre nos quejamos de lo que veíamos en redes sociales, pero solo eran quejas y quejas. Entonces, dijimos que las quejas no solucionan nada, que el mundo no cambia con mi queja, que el mundo cambia haciendo algo.

Abrimos un canal de YouTube en donde poníamos covers católicos, pero eso terminó. Después, el Papa Francisco sacó la exhortación apostólica Gaudete et Exsultate, y en el numeral 6-9 comienza a hablar de la puerta de al lado y el nombre me parecía muy llamativo y lo retomamos.

¿Cuál es el enfoque?

▶ Mi formación profesional es crítica y analítica y hacemos lo que hacemos porque como cristianos: ¿Qué escuchamos? ¿Qué vemos? ¿Cómo vivimos la fe? ¿Cómo tomarnos la fe en serio?

Esas preguntas me han llevado a las personas, a preguntarle a la gente por qué esto, por qué hacemos aquello. Ese nivel de pregunta que quiere transformar. No solo decirles “no hagas esto porque te condenas”.

Para María Valentina Leal Torres, una joven colombiana de 25 años, asumir el reto de ser santo no es tarea fácil, pero está dispuesta a atender el llamado de vivir la santidad en lo cotidiano. Y como parte de esta tarea encabeza el proyecto “La puerta de al lado” en Instagram, en donde, junto a sus padres y hermano, han hecho un apostolado dentro y fuera de las redes sociales.

Este canal se convirtió en algo evangelizador en pandemia porque mis papás, ante la crisis familiar que se exacerbó por estar encerrados, dijeron: “Pues, volvamos al Rosario”. Y yo les sugerí que lo hicieran en “La puerta de al lado”. Y te cuento que llevamos dos años seguidos, todos los días, haciendo el Rosario a las cinco de la mañana. Ellos han encontrado una comunidad de servicio y todos los días se conectan de 50 a 70 personas.

Luego, con mi hermano, hemos hecho el ejercicio de explicar el Evangelio con emojis; buscamos todas las formas para que la gente pueda conectar con Cristo. Se convirtió en un apostolado familiar muy especial.

Su trabajo no se queda en las redes, sino que se han dado a la tarea de llevarlo al campo a través del servicio, ¿no es así?

▶ La fe sin obras está muerta, dice la palabra de Dios. Y a veces uno tiene la tentación de decir “yo ya evangelicé, ahí está mi obra”. Pero la gran tentación que tiene un evangelizador digital es creer que Cristo se queda en la esfera digital, cuando en realidad la virtualidad nos tiene que llevar a la presencia de Dios sí o sí.

En el tiempo de pandemia conocí a una mujer que había tenido dos abortos porque no había tenido acompañamiento. Pero en su tercer embarazo llegó a una fundación que tenía el letrero de “aborta”, pero en realidad es una fundación fachada que brinda acompañamiento. Ahí entendió que había un bebé en su vientre al escuchar el pálpito de su corazón. Ahí se encuentra más con Dios y empieza a darse cuenta que iba a ser mamá soltera y que era muy complicado porque ella era modelo webcamp.

Yo soy una mujer que siempre he participado en las marchas provida desde los 7 años. No me puedo quedar diciendo “sí a la vida, sí a la vida”, pero al momento de apoyar decir “tú te las arreglas”. Entonces, yo sentí que eso era lo que le hacía falta a mi causa próvida. Esas mujeres necesitan apoyo y cuidado para florecer, pero les hace falta ese apoyo material.

La gente dice “oro por ti”. ¡Qué importante es la oración! Pero yo no me puedo quedar, si puedo hacerlo, no me puedo quedar solo en la oración. Tengo que buscar los medios para que tú puedas florecer, para que tus hijos puedan tener con qué comer.

Entonces, dentro de la pandemia se crea una tienda para que estas mujeres, de lo que se gane, que estas mujeres puedan ganar y mi hermano le puso “La tienda de al lado”.

Entonces, se les enseña a hacer collares, pulseras, y las ganancias son para ellas. Y para aumentar la demanda empezamos a crear sudaderas e igual, las ganancias son para estas mamás. Entonces, para nosotros ha sido muy importante, son mamás rescatadas. Generalmente son mujeres a las que la sociedad o su familia las ha abandonado.

Para nosotros la vida tiene que ser un “sí te apoyo”.

¿Ya has entendido cuál es tu lugar en el mundo y en la Iglesia?

▶ Para hacer ese recorrido de nuestra vocación nos basamos en santa Teresita del Niños Jesús. Mi primer lugar de vocación es la santidad, es el llamado que todos tenemos, pero sí he hecho un discernimiento detenido y siento que el llamado del Señor es el llamado a la vida en familia, a ser mamá, y le pido a Dios que vaya preparando todo para cuando se llegue el momento. En este momento estoy soltera pero siento que esa es mi vocación.

¿Cómo ser santo de La Puerta de al lado?

  • Criar con amor a los hijos.
  • Trabajar con amor para llevar el pan a la casa.
  • Seguir sonriendo a pesar de la enfermedad o de la edad.
  • Ser constante para seguir adelante día a día.
  • Ser reflejo de la presencia de Dios.

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Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 15 de enero de 2023 No. 1436

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