Por Sergio Ibarra

Con 2023 en marcha, es hora de echar un nuevo vistazo a cómo están las cosas, ya que se relacionan con las tendencias y temas clave relacionados con nuestras expectativas. Me refiero esta vez a las cuestiones económicas. Sin duda han cambiado en varios frentes, especialmente cuando se ven cómo eran antes y cómo fueron en el contexto de la pandemia.

Ya no volverá a ser lo mismo

Ahora, hay una sensación y un ritmo más normales. Pero el hecho de que hayamos regresado a ese punto, de ninguna manera es señal de que nuestros problemas se han ido y todo está bien. Nuestro mundo no volverá a ser el mismo después del covid-19.

Una de las variables de la economía es la inflación. Según el Banco de México es el fenómeno relacionado con el aumento desordenado de precios. Las consecuencias que tiene son varias. La primera pega directamente a los bolsillos de las familias, en particular en las de menores ingresos, porque disminuye la capacidad de compra.

¿Qué podemos esperar?

La segunda, da lugar a la especulación, lo que puede atraer un crecimiento escalonado, es decir, si el primero de diciembre de 2022 el presidente de la República ordenó incrementar los salarios mínimos en veinte por ciento, ¿qué podemos esperar? Incrementos generalizados de precios. Nadie va a incrementar los salarios y no se reflejarán en sus precios. El asunto es el riesgo del desorden, unos subirán precios por arriba del veinte por ciento, otros por debajo. La tercera es que incrementa las tasas de interés, ya en 2022 el costo del dinero se duplicó, de tasas del cinco al diez por ciento.

Lo más grave en un mundo globalizado es que la inflación de un país afecta a otro, un movimiento de una materia prima que cotiza internacionalmente, como el cobre, sube costos y con ello, la inflación.

¿Qué hacer ante este fenómeno?

En términos de nuestras economías domésticas, cuidar nuestro gasto, limitar lo más posible, ni modo, los gustos. Cuidar sobre todo si por se tienen deudas: el pago se va a incrementar porque las tasas de interés bancarias van a subir.

En términos de nuestras actividades productivas, entrar al ciclo, con toda firmeza que frente a incrementos de insumos, incrementar precios. No es posible comprometer precios fijos en 2023. Si la inflación se sale de control, corremos el peligro de quedarnos sin capital para compra de materias primas. La inflación es un componente del 2023. Si nos toca subir o influir en el ajuste de precios, no especular, o de lo contrario estaremos ante el riesgo del deterioro general de la calidad de vida.

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 29 de enero de 2023 No. 1438

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