Por P. Fernando Pascual

Hay quienes defienden esta idea: la ética no debería proponer exigencias demasiado elevadas, exigencias que muchas personas no serían capaces de aceptar ni, mucho menos, de poner en práctica.

La idea no hace más que exponer algo obvio: la ética solo tendría sentido si sabe proponer a las personas un ideal de acción que luego pueden asumir en sus vidas.

Pero en ocasiones esa idea tiene un matiz equivocado: suponer que algunas (o muchas) personas serían incapaces de comportarse según ciertos ideales éticos, que para ellas serían muy difíciles.

Menos en los casos de enfermedades graves que impiden un pensamiento ordenado y un autocontrol de los impulsos, toda persona puede comprender lo que la ética propone y aplicarlo en su propia vida.

Que un ideal ético sea difícil no significa que no habría que proponerlo. Al contrario, cualquier ser humano, incluso cuando se comporta habitualmente de modo incorrecto, posee una mente y una voluntad que le permiten ponerse en camino para apartarse del mal y para actuar éticamente.

Existen, por desgracia, dependencias y adicciones que dañan gravemente la autonomía de muchas personas, y que requieren un esfuerzo adicional para salir de un vicio y emprender el camino de la virtud.

A pesar de ello, y con un buen acompañamiento, espiritual y psicológico, esas personas pueden ponerse en marcha para romper con sus dependencias y para orientarse hacia el bien que anhelan sus corazones.

La ética, al pedir grandes ideales, reconoce las posibilidades que tenemos de vivir en la verdad, en la justicia, en la belleza. Posibilidades que se hacen concretas en la historia humana con la acción de la gracia que Dios ofrece a todos.

Una buena formación moral, que incluye la apertura interior a la ayuda de Dios y de tantas personas que desean nuestra felicidad auténtica, abrirá nuestros ojos, sin miedo, a grandes ideales, desde los cuales podremos luchar por vivir según ese bien que anhelan nuestros corazones y que está siempre a nuestro alcance.

 

Imagen de Kev en Pixabay


 

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