ALIVIO DE CAMINANTES

Por el P. Justo López Melús

En Norteamérica suceden siempre las cosas más curiosas y originales. Resulta que, en Europa, las chicas casaderas han acudido siempre a san Antonio en busca de novio. En cambio, a Leslie, una hermosa chica de Cleveland, con ganas de casarse, alguien le recomendó que acudiera al bueno de san José. Y ahí tenemos a Leslie mirando y mirando con ojos suplicantes a una estatuilla del santo que le habían regalado. Y así meses y meses y el novio que no aparecía.

Hasta que una tarde, furiosa, agarró la estatuilla y la tiró por la ventana de la calle. Y allí le esperaba san José… Bajo la ventana de Leslie pasaba en aquel momento un joven, soltero y buen mozo que recibió el “misil” y le abrió una brecha en la cabeza. Espantada, lo hizo pasar y le curó la herida. Y a los seis meses se casaron. Cosas de san José.

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 19 de marzo de 2023 No. 1445

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